#17 pena que no te encontraste en su día con la horma de tu zapato y que te hubiese quitado esa fea costumbre de repartir collejas a los más débiles que tú.
Igual ahora no te estarías vanagloriando de lo gilipollas que eras, y justificando tus acciones, que encima demuestran que pareces seguir siendo igual de gilipollas.