Wow, lo de ayer era una troleada brutal y una apuesta muy arriesgada aunque quedase desacreditada al momento por Carmona y tal, pero lo de hoy es increíblemente patético dado su discurso de ayer.
Para eso deberían mover el culo del sofá de sus papis, cosa que les resulta extremadamente laboriosa. Crecieron en la abundancia y ahora que se han puesto las cosas difíciles han tirado la toalla y viven consumidos por la apatía y la pasividad.
Esta generación de jóvenes hay que darla por perdida, como ya hicimos con los yonkis de los 80.