#282 No, si lo que pasa es que has dicho nada, como si yo digo que todos los cristianos que conozco son mala gente, eso es decir nada, por lo que no se pueden poner muchas palabras más ahí, pero si que revela mala suerte o un prejuicio, es por eso por lo que digo que estarás confundiendo el disentir con la intolerancia. Si pusieras ejemplos o anécdotas concretas lo mismo empezarías a decir algo.
#12 Pues vaya con el comentario de chichinabo. Tus experiencias personales no contradicen el estudio. De hecho, si el estudio se replica convenientemente estaría afirmando que tus experiencias personales son excepciones y no la norma.
#30 Si te cansas de que tu vida esté en manos de Google, si Ubuntu para móviles te parece bonito, si estás cansado de lo mismo y quieres variar...
Yo lo he probado y el modo de usarlo, sin botones, mediante movimientos desde los lados de la pantalla, es rapidísimo y comodísimo.
#80 Es posible que lo haya hecho mal, pero yo estoy seguro que haría lo mismo, y el que diga que no, que tire la primera piedra, a fin de cuentas ha hecho su declaración, de la manera que le salía mejor, pues eso, lo que intentamos todos suando nos toca todos los años, y eso el que no lo intenta o lo ha intentado... que la tire. Aunque lo peor de todo es que él lo ha hecho con dinero "privado" aunque este pertenezca a una nación, que no es la nuestra, por eso es bastante peor que los que tanto le reclaman, hayan hecho lo mismo, pero con dinero que nosotros les "damos" para que lo gestionen... y lo gestionan.
#49 Yo no me creo mucho lo del PSOE, porque el movimiento del 15M tuvo sus inicios en el activimismo de las redes sociales que provoco la ley sinde. Más tarde tarde, con el apoyo de Rajoy a la ley sinde se acuño el termino PPSOE.
Tu sabrás si quieres regalar otra poltrona a los del pepe y otra mayoría absoluta.
#53 La expresión 'paguitas para vagos' no tiene sentido para la RBU que, por definición, es universal. Es para todo el mundo, no hay que demostrar ser un vago (o excluido, o lumpen, o castigado por Dios) para recibirla. Véase #41
Y, naturalmente, fortalece la capacidad de negociación del asalariado ¿a quién le da miedo eso?
#53 La inspección de trabajo tu te crees que sirve de algo mientras haya gente que tiene que aceptar lo que sea para sobrevivir? Hablas de proletarios pero tu argumentación suena a tascherista a más no poder. No atacar la raíz del problema es poner tiritas a una arteria reventada.
#36 Te das cuenta que esas paguitas evitan precisamente la explotación laboral? Que nadie se vea obligado a trabajar 10 horas al día por 30 euros semanales? Eso además refuerza el valor del trabajador, que ahora mismo tiene tan poco valor y es tan reemplazable como en el siglo XIX. Aparte de que se habla mucho de vagos y tal, que los hay y siempre los habrá, pero no deja de ser curioso que sean precisamente las dos comunidades con la RGI las que tienen un menor índice de paro. Alemania y otros paises nordicos lo tienen también. Y los requisitos para acceder a ello no son una chuminada.
#36 ¿Y no serán los subsisdios condicionados, pagas para pobres, los que contribuyen a crear bolsas de cultura de la pobreza dependientes de los caprichos de las políticas de beneficencia?
Bajo el pretexto de crear una sociedad de beneficencia, se organizó al lumpemproletariado de París en secciones secretas, cada una de ellas dirigida por agentes bonapartistas y un general bonapartista a la cabeza de todas. Junto a roués arruinados, con equívocos medios de vida y de equívoca procedencia, junto a vástagos degenerados y aventureros de la burguesía, vagabundos, licenciados de tropa, licenciados de presidio, huidos de galeras, timadores, saltimbanquis, lazzaroni, carteristas y rateros, jugadores, alcahuetes, dueños de burdeles, mozos de cuerda, escritorzuelos, organilleros, traperos, afiladores, caldereros, mendigos, en una palabra, toda es masa informe, difusa y errante que los franceses llaman la bohème: con estos elementos, tan afines a él, formó Bonaparte la solera de la Sociedad del 10 de diciembre, «Sociedad de beneficencia» en cuanto que todos sus componentes sentían, al igual que Bonaparte, la necesidad de beneficiarse a costa de la nación trabajadora.
Marx en el capítulo V de su libro El 18 Brumario de Luis Bonaparte.