La clave es no marcar la casilla de la Iglesia Católica, pero tampoco la de fines de interés social, y esto es lo más importante porque mucha gente bienintencionada cree que esta última destinará lo recaudado a lo que su propio nombre indica, pero la realidad es que buena parte irá también a la empresa católica, que recibe así asignación a través de las dos casillas, lo que Europa Laica califica de "sutil y estudiada coartada para mantener esta forma de financiación de la iglesia católica".
Y de nuevo nos encontramos con gran cantidad de contribuyentes engañados.
La amnistía fiscal me recuerda a la escena de los Simpson en la que le regalan una motora a los que acumulan delitos pendientes y deben ir a recogerla a la comisaría
La clave es no marcar la casilla de la Iglesia Católica, pero tampoco la de fines de interés social, y esto es lo más importante porque mucha gente bienintencionada cree que esta última destinará lo recaudado a lo que su propio nombre indica, pero la realidad es que buena parte irá también a la empresa católica, que recibe así asignación a través de las dos casillas, lo que Europa Laica califica de "sutil y estudiada coartada para mantener esta forma de financiación de la iglesia católica".
Y de nuevo nos encontramos con gran cantidad de contribuyentes engañados.