#6#7 En los tiempos de estudiante me matriculé en una asignatura relacionada con temas laborales impartida en LADE y salí atónito, ningún estudiante se planteaba ningún dilema ético y todos se veían como "triunfadores" y nadie se veía en el futuro como un currela oficinista. Cuando es de suponer que al ser una universidad pública buena parte de los estudiantes procedan de familias de clase trabajadora.
#6 Sí, esos porcentajes vienen en el cuerpo de la noticia. El autor además relaciona esos datos con su propia experiencia como docente. Vamos, que sabe de lo que habla y no le sorprenden...
#120 te lo explico, las hojas son mucho más duras de lo que parecen. Al usarlas lo que ocurre es que el filo se queda sucio de restos de agua sucia, jabón y pelos. Eso es lo que las fastidia, pero con un poco de rozamiento la hoja vuelve a quedar limpia y el filo... Afilado.
Leí el estudio hace tiempo de uno de esos limpiadores, uno de goma, aunque puedes usar casi cualquier cosa.
#31 Totalmente cierto... he conocido gente que cazaba así antiguamente, con ligeras variaciones. Un saco, una pala, una linterna y un cencerro. Tordos o zorzales, estorninos, etc. Generalmente no lo hacía por placer o diversión, sino por las proteínas que no podían conseguir de otro modo. Creí que actualmente eso estaba extinto. Supongo que si te pillan te puede salir caro.
A mí me encanta el vuelo de las pardelas sobre el agua, casi rozando las olas, al atardecer