#268 La verdad es que corté y pegue citas de filósofos y “maestros espirituales” que hablaban vagamente de la evolución sin ton ni son, sin leérmelos siquiera, de hecho, no tengo ni idea de de qué hablaban, más allá de mencionaban (algunos ni siquiera todos) el término, ni que significan los asteriscos.
Llámalo experimento si quieres... Y no ha sido fallido, pues tu reacción fue la esperada
Un renombrado filósofo alemán, científico, abogado, lingüista, matemático e inventor tanto del cálculo (independiente de Newton) como del sistema binario (la base de la tecnología informática), Leibniz fue un hombre adelantado a su tiempo. Escribiendo en The Ultimate Origin of Things en el año 1697 ―seis años después de especular en su Protogaea que durante el vasto curso de la historia de la Tierra "incluso las especies animales se han transformado muchas veces"― él declaró que "un incremento acumulado de la belleza y la perfección universal de las obras de Dios, un progreso perpetuo y sin restricciones del universo en su conjunto debe ser reconocido, tal que avanza a un estado superior de desarrollo". A pesar de que la idea de que la creación de Dios va evolucionando en una incesante ascensión hacia la perfección ya había sido profundamente intuida más de setenta años antes por el místico alemán Jakob Böhme, fue Leibniz el primero que la puso en un contexto científico. Y para él, claramente, era todavía un concepto novedoso. "Considero que tengo algunas ideas de estas verdades", escribió a un amigo en 1707, "pero esta época no está preparada para recibirlas".
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Durante las próximas décadas, un número cada vez mayor de las mentes más brillantes de Europa comenzaron finalmente a discernir la deriva evolutiva de Leibniz. Entre esas filas iluminadas había nombres como Diderot, Maupertuis, Buffon y Voltaire, quienes escribieron sobre el tema de la evolución, pero, como cualquier campeón del Siglo de las Luces que se precie, rara vez se sintieron obligados a inyectar divinidad en sus especulaciones más científicas. De hecho, al mantener el poder liberador de la racionalidad para subvertir los antiguos mitos y dogmas de la Iglesia, muchos de ellos buscaron activamente trazar una sólida línea entre la ciencia y la espiritualidad, la razón y la religión, produciendo un contraste más acentuado en la brecha… » ver todo el comentario
#19 Dentro de treinta años, alguien que ahora tenga treinta, contará nostálgicamente lo mismo que ahora cuenta este señor, “contra Podemos vivíamos mejor” o algo así
#9 ¿Y no será un poco como cuando se dice que ahora hay más violencia machista que en los ochenta? ¿Hay más, o es que lo que hay es más visibilidad? En la España franquista la gente se moría de hambre. Eso hoy no ocurre. Gestos bonitos siempre hay y siempre ha habido, y en las circunstancias más difíciles, a menudo, sacamos lo mejor de nosotros, pero de ahí a insinuar que “contra Franco vivíamos mejor”, como que no...
#8 Más que que no tuviera importancia, ¿no será que no había? No creo que sea buena idea idealizar un pasado que está claramente enmarcado en un régimen fascista.
#2 Apuesto a que alguien, desde Estados Unidos (por ejemplo) podría contar lo mismo sobre lo cercano que era todo en los sesenta y lo deshumanizado que está hoy.
Poner el acento en el franquismo, convierte lo que podría ser un artículo interesante sobre los cambios de los usos sociales en mera anécdota con tufillo rancio.
Pues igual soy yo, pero me he leído el artículo, y no me ha quedado para nada claro lo que quiere contar este hombre, como sea hacer publicidad de Casa Pepe
¿No lo pillas? Ni siquiera sé que hablabais...