Para un africano, Europa es prosperidad desde el primer momento que pisa suelo lo primero que tienen es seguridad. La de que nadie te descerreje el cerebro de un machetazo por la calle. Agua corriente, electricidad para cargar su móvil, con un poco de suerte algún trabajo que les permita enviar 200 euros a su familia, todo un tesoro en esos países, y si esto último falla, un montón de gente con dinero en los bolsillos, y si se van al centro de las ciudades, montones de turistas con montones de dinero encima, y además con poco tiempo para hacer denuncias
Así que si, se vendria todo aquel que tuviese ese visado en la mano. Una vez aquí, muchos de ellos ya serían explotados por mafias especializadas en otro tipo de delitos.
La falta de parcialidad fue clarísima ayer. Diciendo a una testigo que le importa una mierda sus opiniones personales y sentimientos pero permitiendo lloriquear a los GC y a los testigos de la acusación.
"El filósofo Descartes creía que había encontrado la verdad fundamental cuando hizo su famosa afirmación: "Pienso, luego existo”. De hecho había dado expresión al error básico: Equiparar pensar con ser, e identidad con pensamiento.
La identificación con la mente crea una pantalla opaca de conceptos, etiquetas, imágenes, palabras, juicios y definiciones que bloquea toda relación verdadera. Se interpone entre usted y su propio yo, entre usted y su prójimo, entre usted y la naturaleza. Esta pantalla de pensamiento es la que crea la ilusión de la separación, la ilusión de que existe usted y un “otro” totalmente separado. Entonces nos olvidamos de el hecho esencial de que, bajo el nivel de las apariencias y de las formas separadas, usted es uno con todo lo que es.
“Pienso, luego existo” . Esta fue la respuesta que encontró Descartes para la pregunta "¿Hay algo que pueda saber con absoluta certeza?". Él se dió cuenta de que el hecho de que estaba siempre pensando estaba fuera de toda duda, y en consecuencia equiparó pensar con ser, es decir, la identidad – yo soy- con el pensamiento. En lugar de la verdad definitiva, había encontrado la raíz del ego, pero él no lo sabía.
Pasaron casi trescientos años hasta que otro famoso filósofo viera en aquella frase algo que Descartes, y todos los demás, habían pasado por alto. Su nombre era Jean Paul Sartre. Examinó a fondo la frase de Descartes, “Pienso, luego existo”, y de pronto se dio cuenta, según sus propias palabras, de que “la conciencia que dice`existo` no es la conciencia que piensa” , ¿Qué quería decir con eso?. Cuando eres consciente de que estás pensando, esa conciencia no forma parte del pensar. Es una dimensión diferente de conciencia. Y es esa conciencia la que dice “existo”. Si en ti no hubiera nada más que pensamiento, ni siquiera sabrías que estás pensando. Serías como un soñador que no sabe que está soñando. Estarías tan identificado con cada pensamiento como el soñador con cada imagen de su… » ver todo el comentario