Lo democrático es erigirse en portavoz de miles de personas que ni te conocen para decirle a alguien que esa gente (esté a favor o en contra) no quiere oírte.
#7#9 Tiene toda la razón. Hoy en día los desarrolladores tenemos las mejores condiciones laborales que se pueden tener.
Por supuesto, estoy generalizando. Si alguien se metió a hacer y mantener páginas cutres en un negocio pequeño, y como se siente cómodo se queda allí diez años, no habrá adquirido la experiencia ni la capacidad suficiente como para que se lo rifen en el mercado laboral.
Una curiosidad sobre los "recruiters". Van tan a saco, desesperados, buscando gente que mi mujer les dijo una vez que le gustaba el puesto de trabajo pero estaba embarazada y su respuesta fue "bueno, si cambias de opinión háznoslo saber" Ellos van a copiar-pegar emails a destajo porque faltan programadores a miles.
#31 Pues no sé por qué no, amenazas e insultos también están tipificados, y diría que en este caso la connotación sexual y el hecho de que no haya sido solicitado diría que son agravantes...
Está mal y debería ser penalizado. Luego hay toda una gradación de posibilidades, en correspondencia con la gravedad de los hechos, para aplicar en función de dicha gradación, multa, falta, delito o como sea. No entiendo que agitéis el fantasma de la cárcel como si ésa fuera la única posibilidad que existe...
#30 No puede hablar por los demás. Puede recomendar no ver la película, pero no puede decir que los demás no quieren verla ni que él no sea bienvenido.
#8 ¿Cómo sabes si te gusta o no si no has ido? ¿Quién eres tú para recomendar a nadie ir o no ir?
Una cosa es no ir a ver algo que no te gusta y otra recomendar a la gente que no lo vea. ¿Tienen miedo de que la gente vea algo que no quieren que la gente vea? ¿En tan baja estima tienen a sus votantes o simpatizantes como para que piensen que no tienen su propio criterio?
No les deja en buen luegar por cualquiera que sean sus motivos.
Ya ya... ir a ver algo que no te gusta
Lo democrático es erigirse en portavoz de miles de personas que ni te conocen para decirle a alguien que esa gente (esté a favor o en contra) no quiere oírte.