Hace años había gente que te abría la puerta, que operaba el ascensor, que encendía las farolas, o que conectaba tus llamadas de teléfono. Miles de trabajos inútiles y sin valor han de desaparecer, es inevitable.
Quizás el paradigma no es mantener empleos de 8 horas 5 días a la semana sino o menos horas o menos días.