Pero no hay burbuja. ¿Por qué? Bueno, porque no lo han dicho. ¿Cómo ha conseguido Europa y EEUU una recuperación de sus economías hasta el coronavirus tan potente? Vía inmobiliario.
Y por eso no hay voluntad de ajustar la vivienda al poder de compra o alquiler de las familias. Un castillo de naipes, en el que si se desinfla la burbuja, los países se muestran más pobres.
Lo que se llama coloquialmente precios pegajosos. Subir, se sube rápido, pero una vez que un bien está especulado, cuesta que vuelva a valores razonables.
Normal que hagan estas declaraciones para intentar que sus consumidores no retrasen la compra. Lo siguiente será decir que estiman mínimas correcciones de precio, de un 10% o así.
Supuestamente estamos esperando a que se confeccione un índice de precios de alquiler para sus regulación. Supuestamente en algún momento se debería producir una renovación del poder judicial al someterse al control democrático. Supuestamente hay una nueva ley de la vivienda en camino.
Llegados a este punto no sé si es solo humo, ya que Podemos no quiere amagar en serio con forzar elecciones y no parece tener peso suficiente para hacer cumplir lo pactado.
Que en cierta forma lo entiendo, el PP está oponiendo resistencia más allá de lo democrático, que hay mucha pasta llegando de Europa con la que ellos sabrían muy bien a quien enriquecer un poco más.
#7 Dinámico. Bonito eufemismo, mejor especulativo. Difícil rebajar el esfuerzo de compra o alquiler de las familias si es un vía importante de recaudación a nivel local.
Puesto que la política de vivienda está cada vez más atomizada y se ha apostado por el localismo, bien podría legislarse que lo recaudado en transacciones inmobiliarias por parte de los entes locales necesariamente tiene que ir destinado a desarrollar una política de vivienda accesible en zonas tensionadas, de haberlas, o en sus inmediaciones.
Ya si fuese sin subenciones que encubiertamente apoyan el mantenimiento de precios elevados sería la leche.
#1 No sé yo, aún recuerdo a Inés Arrimadas, junto con miembros de su partido, reuniéndose con el comisario europeo de Justicia, Didier Reynders, para denunciar las tropelías de Sánchez y tal. El sistema está caduco, cierto.
#90 Ves, tú estableces la conversación en el marco de la legalidad, yo en el de la moralidad. Y por supuesto que hay arrendadores o propietarios con ética, pero, vistas las estadísticas, abunda el rentismo parasitario.
#83 Sospecho que ya estás de nuevo con tus molinos. No me refería a tu tema fetiche sino al que trabaja y se le alquila un zulo.
En ese caso, desgraciadamente el parásito suele ser el propietario por detraer de aquel que trabaja una cantidad excesiva para poder tener un techo en el que vivir. Creo que seguimos siendo el país de la OCDE que somete a mayor esfuerzo a las familias que necesitan acceder una vivienda. Eso sí es un problema. Antes la codicia era pecado...
También está el parasitismo de carácter financiero. Y, sí, entre otras historias, también tus molinos de viento, algo anécdotico.
Siendo si el texto es demasiado largo, no quiero hacerte leer mucho visto tu estilo.
Menéame se ha poblado de Trolls que se pasan 24/7 soltando su rollo en todo sitio en el que pueden registrarse. 52% de desempleados entre los menores de 30...
#32 Y vuelta la burra al trigo explicando lo obvio y manipulando.
Estoy seguro que cuando todos los medios hablan de pacto de rentas están intentando introducir en el discurso de la opinión pública medidas para a corto plazo rebajar el esfuerzo de compra o alquiler de las familias.
Yolanda Díaz nunca ha negociado un pacto de rentas, de hecho ha afirmado que no hay buenas experiencias en España, históricamente, al hacerlo. En todo caso, lo que ha dicho es que si se incluyen limitaciones o gravámenes a los beneficios empresariales, aparte del tema de la vivienda, se podría negociar, llámase como se quiera llamar.
#13 Nos ha jodido. También hay un fenómeno llamado inflación salarial. Pero ahí tenemos a todos los medios supuestamente progresistas hablando de pacto de rentas y no sé qué historia de segunda vuelta; mientras nadie quiere renunciar a sus beneficios empresariales.