#6 Jersón y Zaporiyia no son parte del Dombas. Lo dicho, otra mentira.
Yo me considero prorruso. A favor del pueblo ruso quiero decir. Esta guerra va en contra de los intereses del pueblo ruso y lo mejor que le puede pasar a los ciudadanos de ese país es que Rusia se retire de toda Ucrania y que esos ciudadanos movilizados regresen a sus casas con sus familias.
Entiendo que la subidas salariales masivas pueden agravar el problema de la inflación, pero lo que no puede ser es que haya subidas importantes en algunos sectores y no en otros. Si a algunos sectores se les sube mucho el sueldo para compensar la inflación también se tiene que hacer con los demás o en ninguno
#133 Rusia, al igual que otros imperios, tiene el grandísimo defecto de no saber cuándo parar. No les basta con ser ya el país más extenso de la tierra, quieren más superficie. ¿Y para qué?¿Con qué gente van a poblar esos territorios? Rusia tiene inmensas áreas sin población, especialmente en Siberia. Debería concentrar todos sus esfuerzos en aumentar su población y diversificar su economía. Solo estos dos objetivos podría llevarles lo que queda de siglo XXI.
Normal. La mayoría de la gente, yo mismo probablemente, no vale para la guerra. Son tipos corrientes que hasta hace poco tenían una vida civil. Reclutar civiles en masa solo tiene sentido si estás desesperado defendiendo tu país. En una guerra ofensiva es un disparate. En una guerra ofensiva necesitas profesionales bien pagados, bien entrenados y bien equipados.
#18#58#87 Yo no estoy llevando nada bien esta guerra. Mal por los ucranianos que están sufriendo la destrucción de su país, y mal también por Rusia, el destrozo a su sociedad y economía y su alejamiento del resto de Europa. Cada vez que veo fotos de los reclutas siendo movilizados me pongo malo. Hombres corrientes, algunos tripones, otros maduros. La mayoría seguramente con familia. Van hacia la muerte. ¿A qué cojones juega Putin? Por salvar su culo es capaz de conducir a Rusia hacia el precipicio.
Precisamente, la pandemia nos ha impuesto una realidad: la humanidad está subordinada a un orden de la Naturaleza sobre el que no puede imponer su gusto o su deseo; hay que aceptar su primacía y adaptarse a sus exigencias. Rebelarse contra esta realidad, negándola y buscando salidas ilusorias, situadas en la fantasía de un deseo omnipotente, nos lleva al fracaso como sociedad
Uyuyuy. Apelar a la naturaleza para hablar del propio ser humano para muchos es sacrilegio. Por ejemplo, mucha gente no acepta que hombres y mujeres somos biológicamente diferentes.