Todo el mundo sabe que la implantación acelerada se saldó con la incorporación apresurada de miles de hijos de la gran puta, canis de mierda, suscriptores de la revista Comando y bacalaeros que se quedaron sin curro al explotar la burbuja inmobiliaria.
Basura torturadora de mierda. Que se pudran en la cárcel, a ver si les dan su merecido. Ah, no, los delincuentes de traje les van a indultar, como cada vez que les condenan por asesinato racista y homófobo, o tortura por odio político.
El uranio no empobrecido es munición común en las ojivas. Si está preocupado por sus nazis, que los saque de la frontera de Rusia y se los lleve, por ejemplo, a Polonia.
Con un poco de suerte vendrá una guerra, con su posguerra y hambruna, y seguro que aparece peña dispuesta a llevar una vida de embuste y propagación de odio a cambio de sueldo y techo.