Creo que la última frase resume perfectamente el verdadero problema al que se enfrenta la música en España. Hablan claro, llenan salas y saben quienes les hacen importantes, que son sus aficionados.
En cierto modo es una pena, porque como efecto secundario de ser el patio de recreo de los ricachones del franquismo, muchas de estas cosas que se quieren, y desde el punto de vista de la Ley de Memoria histórica se deben quitar son parte del poco trasfondo cultural que nos queda en Marbella.
Si no tuviesemos los políticos que tenemos, a los que les gustan tantos sus falsos enfrentamientos, se podrían hacer las cosas bien.
Supongo que el hecho de que el artículo, aunque escrito por edans, esté precisamente en "El País" no tiene nada que ver con su participación en Tuenti. Ha sido una casualidad.