#136 de nuevo, el mal gusto no es ni deber ser delito. Si tú crees que de verdad tiene opciones para llevar a cabo su deseo, es decir, tiene explosivos y armas de fuego, ve a denunciarlo, pero fuera de eso todo lo que sea pura palabra y no haya posibilidad de cumplir lo deseado tiene que quedar fuera del código penal.
Si una persona que tiende a ser violenta, tiene antecedentes penales relacionados con agresiones y vejaciones y expresa el deseo de agredir a gente por su orientación sexual, ahí tienes indicios y motivos para pensar que no habla en broma. Lo importante no es lo que se dice, sino lo que se hace y da muchísima mala hostia ver qué vives en un país donde parte de los cuerpos de seguridad manifiestan en privado deseos de ver morir a "26 millones de hijos de puta" y no pasa de la anécdota, pero si haces un chiste grave contra un monumento en honor al genocidio y al fascismo te puede llevar al banquillo. A lo mejor para ti es lo mismo, pero para mí no y precisamente esa broma del valle de los caídos nace de la situación que he comentado, la impunidad que hay en este país para hacer loas al fascismo y el por culo que te dan si te dignas a desear la muerte de todos esos indeseables.
Si una persona que tiende a ser violenta, tiene antecedentes penales relacionados con agresiones y vejaciones y expresa el deseo de agredir a gente por su orientación sexual, ahí tienes indicios y motivos para pensar que no habla en broma. Lo importante no es lo que se dice, sino lo que se hace y da muchísima mala hostia ver qué vives en un país donde parte de los cuerpos de seguridad manifiestan en privado deseos de ver morir a "26 millones de hijos de puta" y no pasa de la anécdota, pero si haces un chiste grave contra un monumento en honor al genocidio y al fascismo te puede llevar al banquillo. A lo mejor para ti es lo mismo, pero para mí no y precisamente esa broma del valle de los caídos nace de la situación que he comentado, la impunidad que hay en este país para hacer loas al fascismo y el por culo que te dan si te dignas a desear la muerte de todos esos indeseables.