No olvidemos que la estrategia diseñada por los golpistas criminales era la de imponerse tambien por el terror y para eso no dudaron en asesinar a sus propios mandos ante la menor duda de no someterse a la insurreccion, como iban a dudar en fusilar a los civiles.
El general Franco, comandante militar de las islas Canarias, se nombró a sí mismo comandante en jefe del Ejército de Marruecos, después de haber hecho encarcelar al titular del puesto, el general de división don Agustín Gómez Morato. El general Mola se pro clamó jefe de la VI Región Militar (Burgos) después de haber hecho fusilar a su superior, el general don Domingo Batet Mestre. El general de reserva Saliquet procedió de idéntica manera en la VII Región Militar (Valladolid) haciendo fusilar al capitán general de dicha región, el general de división don Nicolás Molero Lobo. En Sevilla, Queipo de Llano hizo fusilar igualmente al capitán general de la II Región Militar, José Fernández Villa Abràille, ocupando seguidamente su puesto. Otro tanto sucedió en Galicia (VIII Región Militar), donde el capitán general Enrique Salcedo Molinuevo fue pasado por las armas y sustituido por un coronel. Todo el mundo sabe que, en Granada, los partidarios de Franco fusilaron al poeta Federico García Lorca, pero a veces. se olvida que ejecutaron, también al general Miguel Campins, gobernador militar de la plaza.
El general Núñez Prado fue fusilado en Zaragoza; el general Caridad Pita, en La Coruña; el general López Viota, en Sevilla; el general Mena Zueco, en Burgos; el coronel Carrasco Amilibia, en Logroño; el general Gómez Caminero, en Salamanca; el general Romerales, en Melilla; el comisario superior Arturo Alvarez Buyila, en Tetuán; el coronel inspector de la Legión Luis Molina Galano, en Ceuta.
En Asturias, un consejo de guerra mandó al paredón al coronel de Artillería José Franco Mussio, comandante militar de Trubia y director de la Fábrica Nacional de Armamento, así como al comandante de Artillería Manuel Espineira Cornide, los capitanes Luis Revilla de la Fuente, Hilario Sáenz de Cenzano y Pinillos, Ernesto González Reguerin, Ignacio Cuartero Larrea y José Bonet Molina, y el teniente Luis Alau Gómez-Acebo. El único crimen cometido por estos oficiales fue el de permanecer fieles al Gobierno.
Los primeros defensores de la República, las primeras víctimas del alzamiento del 18 de julio de 1936, no fueron los gobernadores civiles, ni los alcaldes, ni los diputados a Cortes, ni los miembros de partidos políticos de izquierdas o de sindicatos obreros, sino los generales con mando en el Ejército.
Portada
mis comunidades
otras secciones
Leeroslo bien anda, os lo pongo facil:
Lo cierto es que la documentación habla de un viaje del que nadie ha hablado.
Varoufakis afirma que aceptó la invitación en febrero de 2015 --bajo el mandato de CDC en Barcelona-- pero que no pudo viajar hasta junio de 2016, con la victoria de Barcelona En Comú tras las municipales del 25 de mayo y, en consecuencia, el sufragó del gasto recayó en la nueva administración liderada por Colau.
Pasa por alto su participación en las polémicas jornadas del Born a finales de 2015, para las que había sido invitado a principios de ese año. Fue presentado por la periodista Mònica Terribas, quien, por cierto, cobró bastante más que él. Las críticas de Ciudadanos y PP se refieren precisamente a esa conferencia.