Aquí se mezclan muchas cosas: cuentas privadas de servicios de internet a los que se tiene uso, webs o blogs personales, contenidos indexados del pasado, etc. Creo que cada espacio tiene una finalidad diferente. Por ejemplo una web o blog creada por el fallecido puede mantenerse sin que pueda añadirse material nuevo por otros usuarios, quedando testimonio de los contenidos que en su día agregó el autor. Las cuentas privadas (correos, servicios de cloud computing, etc) son otra historia y ahí si que se deberían tomar medidas concretas para que se cierren y su información esté salvaguardada.
lawebtanaindiscreta.blogspot.com/2011/10/identidad-digital-y-reputacio