Joder, os imagináis que hubiése que afeitarlo, que le creciese barba al puto libro, menudo marrón, claro que por otro lado, eso te permitiria hacerle perillas, bigotes... Al final sería un juego divertido.
Y el amigo qué, que tendrá que pagar la apuesta cuando éste salga. Ese desayuno con su amigo el ex-convicto tras 14 años de tute en la carcel tras aquella apuesta es pricessles.