"Lo siento si he estado pensativo, querida. Estaba reflexionando en lo cálida, maravillosa, atenta, afectuosa e inteligente que eres, y en cuánta suerte tengo de haberte conocido."
Esto, obviamente, no tiene nada que ver con la verdadera respuesta, que es, probablemente, una de las siguientes:
a. Sexo.
b. Fútbol.
c. Lo gorda que estás.
d. Cuánto más bonita es ella que tú.
e. En qué me gastaría el dinero del seguro si murieras.
#1 Y si hubiese puesto: Dos firefoxes mozillianos son salvados por un perro llamado internetexplorer No llegaría a portada, pero SÍ crearía controversia..
Nuestros gustos musicales se empiezan a formar en el útero. A las 12 semanas, el feto tiene un completo sistema auditivo funcionando y es capaz de escuchar música a través del líquido amniótico (algo así como escuchar bajo el agua). Al año de edad se muestra una clara preferencia por la música que se escucha en el útero. Hasta aproximadamente la edad de ocho años, los niños absorben cualquier música que oyen, en la etapa en que el cerebro está trabajando duro para hacer miles de millones de nuevas conexiones.
Al igual que hay "períodos críticos" para la adquisición de la lengua, parece que también los hay para la adquisición del oído musical. A medida que los niños escuchan música, desarrollan sistemas neuronales -esquemas- para capturar las regularidades estructurales y tonales de esa música. A partir de 10 años, como la misión del cerebro cambia a descartar las conexiones neuronales no utilizadas, los gustos musicales se centran en torno a la música a la que estamos acostumbrados. A los 12 años más o menos, la música comienza a cumplir una función de vinculación social y la usamos para distinguir nuestro grupo social de los demás: este es el tipo de música que escucha la gente como nosotros, esta música es para ellos. Como adolescentes, nuestros gustos musicales son más influidos por lo que nuestros amigos escuchan. Como adultos, la mayoría de nosotros basamos nuestros gustos musicales en lo que nos gustaba cuando teníamos entre 12 y 16 años. En algunos casos, con esfuerzo, podemos ampliar nuestros gustos musicales como adultos. Pero al tener un gusto estrecho en nuestros años de crecimiento, será más difícil de hacer porque nos faltan los esquemas o modelos adecuados, con los que poder procesar y finalmente comprender nuevas formas musicales.
No me embriaga la altura ni me aburren los sueños. No es por moda que estallo y que me empeño. El amor sigue en brete y el camino a machete, mas no lloro por tal ni me amilano, si conservo mis manos, mi sudor y el humano... corazón.
Una vez más, la respuesta es un rotundo: "!Claro que no!"
Las respuestas incorrectas son:
a. Sí, pero tú tienes una mejor personalidad.
b. Más bonita no, pero definitivamente más delgada.
c. No tan bonita como tú, cuando tenías su edad.
d. Depende de cómo definas bonito.
e. ¿Podrías repetir la pregunta? Estaba pensando en cómo gastarme el dinero del seguro si murieras.