Lo peor de todo, no es lo que escribe sino que estoy seguro que no es eso realmente lo que piensa. Por tanto pone su nombre al servicio de intereses partidistas aún sabiendo que miente. Solo aquellos que son extraños al sistema educativo, pueden hablar de "comisarios políticos" refiriéndose a profesores, sin ruborizarse, si es que este personaje, conserva aún la capacidad de hacer tal cosa.