#90 Exacto, yo también lo veo así. Si al final Colau debe tolerar situaciones como estas, pero en cambio van dando pasitos con respecto a cuestiones que sí me importan a mí como ciudadano (el problema de los pisos turísticos ilegales, también aquí en portada), me parecerá bien.
Creo que la gente se desanima muy pronto con partidos alternativos, como Podemos. Pero lo cierto es que apenas han tenido tiempo de cagarla y, aun habiéndola cagado en ocasiones, todavía están lejos de alcanzar el cupo de los partidos de siempre.
Uno de los pilares de las críticas de simpatizantes de otros partidos a Barcelona en Comú o Podemos es decir: "¿Lo veis? ¿Veis como son iguales que nosotros?". Entonces la gente se desanima y se abstiene, y como los demás tienen a los incondicionales de siempre, pues salen ganando.
Mi lógica es votar a quien creo que me defiende, y retirárselo si dejan de hacerlo claramente o veo que hay otra formación que puede hacerlo mejor. Abstenerse, aunque es una opción, no sirve de nada si no te comprometes en montar una alternativa, y encima beneficias a los de siempre.
Prefiero ir a votar que quedarme en casa sin hacer nada, quejándome de todo y encima creyéndome más digno. Ese es uno de los grandes problemas de este país: está lleno de gente muy digna y auténtica que no va a votar ni ofrece alternativas.
Resumen del discurso de Puigdemont: "Conozco a la mitad de ustedes, y a la mitad que no querría, pero la independencia que yo querría es más de la mitad de la independencia que la mitad de ustedes merecen".
Y apostilló: "Esto no es el fin. Me voy. Pero me quedo".