#13 Vivo en Inglaterra, y noticias como esta NO son en absoluto “irrelevantes”, ya que forman parte de un debate de mucha relevancia.
Veamos, un empleado discriminó por razones presuntamente religiosas a un cliente que había estado haciendo cola. Se le dijo que hiciera el favor de ir a otro cajero puesto que los musulmanes no pueden manipular alcohol”. Cuando esa persona, lógicamente ofendida por el trato recibido, se queja públicamente, a los responsables de esta conocida cadena de establecimientos (que para quien no lo sepa son muy conocidos) no se le ocurre mejor cosa que meterse en justificaciones, justificando su propio error de que esa cajera estuviera atendiendo al público, trasladando la responsabilidad al cliente, y por otro lado, defendiendo el supuesto derecho religioso del trabajador para discriminar. Todo un desastre de RP por intentar contentar a la comunidad islámica en Reino Unido, la cual crece a una rapidez y escala de la que muchos en España no tienen ni la más remota idea. Por cierto, la dirección a terminado por disculparse: www.telegraph.co.uk/finance/newsbysector/retailandconsumer/10534294/Ma
Estas noticias son la punta del iceberg de un proceso profundo de transformación social… hacia atrás. “Pequeñeces” como esta, son en realidad muestras de como se daña la poca cohesión social que pueda quedar en esta sociedad multi-étnica de diseño y "chupi-guay" que todo el mundo debe “embrace and celebrate” o atenerse a las consecuencias.
Estoy cansado de las acusaciones de “islamofobia”, de que “que aquí no pasa nada” cada vez que alguien se opone a esas prácticas de los religiosos ultra-conservadores que afectan a los que no lo son. Detesto los aspectos en cualquier religión que se inmiscuyen en la vida y derechos de los demás, y me repatea la manga ancha y el respeto reverencial hacia comportamientos amparados en creencias religiosa, cosa que permite socavar los avances sociales que tanto ha constado lograr.
La religión debe ser un asunto privado y el espacio público debe estar libre de él. Esta pequeña historia es importante porque ilustra una vez más como se conceden privilegios por razones religiosas y se erosionan los valores culturales más modernos de las sociedades de acogida. Cuando se permiten las excepciones a la leyes o a las reglas se destruye la autoridad moral de las mismas, y se incentivan las demandas de cualquier otro grupo que también demandará un trato especial. El victimismo, la sensibilidad a flor de piel, y el agravio se convierten en moneda de cambio, en una estrategia en la que todos (menos el ciudadano del montón sin afiliación étnica o religiosa) hacen un frente común para obtener poder y privilegios (basados en el trato especial y el miedo al qué dirán los nuevos pontífices de la corrección política).
Veamos, un empleado discriminó por razones presuntamente religiosas a un cliente que había estado haciendo cola. Se le dijo que hiciera el favor de ir a otro cajero puesto que los musulmanes no pueden manipular alcohol”. Cuando esa persona, lógicamente ofendida por el trato recibido, se queja públicamente, a los responsables de esta conocida cadena de establecimientos (que para quien no lo sepa son muy conocidos) no se le ocurre mejor cosa que meterse en justificaciones, justificando su propio error de que esa cajera estuviera atendiendo al público, trasladando la responsabilidad al cliente, y por otro lado, defendiendo el supuesto derecho religioso del trabajador para discriminar. Todo un desastre de RP por intentar contentar a la comunidad islámica en Reino Unido, la cual crece a una rapidez y escala de la que muchos en España no tienen ni la más remota idea. Por cierto, la dirección a terminado por disculparse:
www.telegraph.co.uk/finance/newsbysector/retailandconsumer/10534294/Ma
Estas noticias son la punta del iceberg de un proceso profundo de transformación social… hacia atrás. “Pequeñeces” como esta, son en realidad muestras de como se daña la poca cohesión social que pueda quedar en esta sociedad multi-étnica de diseño y "chupi-guay" que todo el mundo debe “embrace and celebrate” o atenerse a las consecuencias.
Estoy cansado de las acusaciones de “islamofobia”, de que “que aquí no pasa nada” cada vez que alguien se opone a esas prácticas de los religiosos ultra-conservadores que afectan a los que no lo son. Detesto los aspectos en cualquier religión que se inmiscuyen en la vida y derechos de los demás, y me repatea la manga ancha y el respeto reverencial hacia comportamientos amparados en creencias religiosa, cosa que permite socavar los avances sociales que tanto ha constado lograr.
La religión debe ser un asunto privado y el espacio público debe estar libre de él. Esta pequeña historia es importante porque ilustra una vez más como se conceden privilegios por razones religiosas y se erosionan los valores culturales más modernos de las sociedades de acogida. Cuando se permiten las excepciones a la leyes o a las reglas se destruye la autoridad moral de las mismas, y se incentivan las demandas de cualquier otro grupo que también demandará un trato especial. El victimismo, la sensibilidad a flor de piel, y el agravio se convierten en moneda de cambio, en una estrategia en la que todos (menos el ciudadano del montón sin afiliación étnica o religiosa) hacen un frente común para obtener poder y privilegios (basados en el trato especial y el miedo al qué dirán los nuevos pontífices de la corrección política).
#2 ¿casos aislados? No te pongas a rascar mucho.