Los cierto es que no cuadra... Si reduciendo la velocidad, se ahorra un 15 por ciento de combustible y sólo se pierden dos minutos en una hora, ¿por qué no lo hacen el resto de compañías?
La ONU y la OTAN priorizan la destrucción de los campos de amapola a las vidas de miles de niñas inocentes, según el reportaje. Me da la impresión de que para solucionar un problema causan otro mayor aunque, según dicen, no es asunto suyo. Qué mundo más patético!!!
#1 Y, por desgracia, en este país deja mucho que desear. Si se impusieran mayores castigos al abandono y al maltrato... Al menos, cada vez se oyen más voces en favor de los animales y las denuncias son más habituales y más sonadas.
#1 Y no olvidemos otro de sus objetivos: conceder a la empresa de su marido la gestión de la sanidad pública madrileña. Así, cómo le va a importar que el paro aumente un 42 por ciento? Menuda jeta!!!
El abandono animal es un lastre social. Es tristísimo ver la perreras llenas de animales abandonados y maltratados con muy pocas esperanzas de una vida mejor. Éstas no dejan de ser un reflejo de la peor cara de una parte de la sociedad española, que muestra su poco respeto, sensibilidad y compromiso por otros seres vivos. Si la ley fuera más dura, la gente se lo pensaría mejor antes de comprar, maltratar o abandonar un animal.
#3 Independientemente de que haya un familiar trepa (que en este caso sería su hijo, que les ha convencido de denunciar), la Caixa ha abusado de la confianza de esta gente, con pocos conocimientos financieros, para colarles un producto. Como gancho, les generan unas ganancias al principio y luego adiós. Por desgracia, no es la primera vez que pasa.
Qué poquita vergüenza!!! No me quiero ni imaginar de la cantidad de cosas de las que se habrá privado el matrimonio a lo largo de su vida para ahorrar 96.000 €. Para que luego venga un banco (una pandilla de jetas) y se lo quiten todo.
#10 No tergiverse mis palabras. La muerte de una persona es siempre lamentable (salvo en casos excepcionales de personas que han causado graves daños, matanzas, genocidios...). No obstante, cuando una persona disfruta matando y muere haciéndolo no suele generar tanta lástima, lo cual no quiere decir que se le de más importancia a la vida de una lechuga a la de un jabalí que a la de una persona.