#7 A estas alturas ya hemos aprendido que hay muchos políticos corruptos, que de tarde en tarde se estrella algún avión, que hay conflictos internacionales, que los viernes hay consejo de ministros, que ........ (rellénese la línea de puntos con lo que sea). ¿Vamos a votar "cansino" a todo? Que se denuncie otro caso más de esos engaños publicitarios no es "cansino", sino imprescindible. Y que en vez de indignarnos con las empresas nos quejemos del denunciante es un despropósito.
#4 Mira el mapa interactivo, lee la prensa, abre un poco los ojos... Ni las familias del brote de sarampión en el Albaicín, ni los que montan fiestas para contagiar a los niños la tosferina o la varicela, ni los grupos antivacunas que van creciendo por todo el país tienen nada que ver con la inmigración. El problema no es que vengan personas sin vacunar, el problema es que estamos importando tonterías peligrosas a toda pastilla.
#38 Eso. Y lo mismo podríamos decir de las plantas: es intolerable que las explotemos y hasta nos las comamos sin respetar sus intereses por el simple hecho de ser de otra especie. ¡Comamos piedras! (porque estoy razonablemente seguro de que las piedras no tienen alma, ¿no?).
#4 Es excepcional porque lo ponen en práctica, pero en realidad lo único que hacen es aplicar la ley. Nuestra legislación es prácticamente idéntica (en ambos casos son trasposiciones de una directiva europea), pero con la diferencia de que el ministerio lleva años y años haciendo la vista gorda con la homeopatía.
#3, quizá Dios, ya que se inventó lo de los huesos de los dinosaurios, se haya inventado también todo esto de los mineros para probar nuestra fe. Quizá ni ellos ni la mina existan. Ni Chile. Ni seguramente tú, caramba
#2, de lo del libre albedrío como excusa hablo un poco en el texto. Podría servir siempre y cuando aceptásemos que Dios no tiene ningún problema a la hora de ver que las consecuencias malas de las acciones de unos (en este caso los propietarios de las minas) recaen sobre otros que no tienen culpa de nada (los mineros), aunque me da la impresión de que en realidad no solucionamos nada y la consecuencia sigue siendo que Dios es indiferente ante el sufrimiento humano. Pero si hablásemos de catástrofes naturales en las que ningún ser humano tenga responsabilidad, ni por acción ni por inacción (como las que cito en el texto), ¿qué tienen que ver con el libre albedrío?