Veo dos puntos importantes en este caso.
El primero es que van a ir a la cárcel cinco personas que estoy convencido que se lo merecían, no solo por este caso (que para muchos ha suscitado y suscita muchas dudas), sino por un continuo comportamiento inadecuado mostrado por los medios.
El segundo punto es el siguiente, y me parece muy peligroso. La movilización social que se ha creado en contra de estos individuos, que desde el minuto cero, cuando no había información suficiente para hacer juicios fundamentados, han sido condenados por una masa X enfurecida que solicitaba sus cabezas con una feroz hambre de venganza. Este movimiento X, que ha abandonado el razonamiento para poder señalar con el dedo sin remordimiento, ha sido capaz de silenciar a muchas voces que si han razonado por miedo a que sus palabras los convirtieran en un nuevo objetivo al que acribillar.
No quiero vivir en una sociedad en la que el comportamiento de estos cinco individuos sea algo cotidiano y naturalizado, pero tampoco quiero una sociedad en la que una masa alienada por un movimiento de moda, exprimiendo los límites de la razón que lo caracterizaba en el pasado, condene a la horca en la plaza del pueblo a alguien únicamente por odio, sin fundamento y enmudeciendo al que tenga otra opinión.
Yo no sé lo que veis vosotros en el vídeo, yo veo que los policías están dando besitos y caricias a ese hombre. Vamos, hacen lo habitual, preocuparse por el ciudadano ofreciendo toda su profesionalidad y empatía.
Lo que a mi me parece pésimo es, además de que existan anormales como el asesino ese, que la "ley" ponga un castigo de tamaña blandeza: prisión de tres meses a un año. Yo preferiría matar al animal que lanzó el perro y estar yo esos tres meses en la cárcel, que me dan techo, comida e incluso trabajo.
Debería de existir una lista en la que apareciesen todas las empresas que realmente se comportan bien con sus clientes. Al contrario no valdría porque la lista sería infinita.
Yo con Pepephone estoy de lujo.
El rey es como la mascota de España. Hay que darle de comer, le tenemos que recoger sus mierdas y, a los de fuera de casa, pues a algunos les gusta y a otros no. Y, por favor, no lo abandones. El nunca lo haría, ¿o sí?.
Mientras que Garzón tiene un discurso en el que su intención principal es tratar el tema de la mala situación de la ciencia en España, el tema principal del calvito que va de listo es exclusivamente criticar a éste primero. Algunos deberían de nacer sin lengua.
Los que insistís en lo de denunciar, olvidadlo. Eso sólo sirve para malgastar papel. En España cuanto más agresivo es el policía, más protegido está por los de arriba.
Esos ignorantes trabajadores por simple oposición deberían estar encerrados de por vida. No es la primera vez que hacen uso de un poder neciamente concedido y que es usado para agredir a una persona, denunciarla, o simplemente demostrar superioridad ante ella humillándola implacablemente. Son bárbaros a los que se les ha otorgado el derecho de portar armas de ataque, y a usarlas; ¡y vaya si las usan!
Todos los ciudadanos de este país siente un escalofrío cuando ven a uno de estos autoritarios abusones parado en la carretera con la intención de denunciar al primero que se descuide un momento o patrullando en busca de una víctima a la que aterrorizar; es un escalofrío justificado, porque conocemos la forma de actuar de estos australopitecus uniformados.
Son las típicas personas que no han tenido capacidad para estudiar, no han sido capaces de conservar un trabajo decente por su forma peculiar de ser... y que eligen esta profesión con excusa de una vocación que parece dejarse ver sólo en la agresividad y chulería que demuestran.
A la cárcel los necios analfabetos agresivos a los que una sencilla oposición ha otorgado autoridad injustificada.
El primero es que van a ir a la cárcel cinco personas que estoy convencido que se lo merecían, no solo por este caso (que para muchos ha suscitado y suscita muchas dudas), sino por un continuo comportamiento inadecuado mostrado por los medios.
El segundo punto es el siguiente, y me parece muy peligroso. La movilización social que se ha creado en contra de estos individuos, que desde el minuto cero, cuando no había información suficiente para hacer juicios fundamentados, han sido condenados por una masa X enfurecida que solicitaba sus cabezas con una feroz hambre de venganza. Este movimiento X, que ha abandonado el razonamiento para poder señalar con el dedo sin remordimiento, ha sido capaz de silenciar a muchas voces que si han razonado por miedo a que sus palabras los convirtieran en un nuevo objetivo al que acribillar.
No quiero vivir en una sociedad en la que el comportamiento de estos cinco individuos sea algo cotidiano y naturalizado, pero tampoco quiero una sociedad en la que una masa alienada por un movimiento de moda, exprimiendo los límites de la razón que lo caracterizaba en el pasado, condene a la horca en la plaza del pueblo a alguien únicamente por odio, sin fundamento y enmudeciendo al que tenga otra opinión.