#53 Es cierto que un superdotado es infrecuente, y por tanto encaja en el significado de raro.
Sin embargo esa adaptación que se da en el reino animal no puede llevarnos a ejecutar la destrucción emocional y física de una persona. Porque te recuerdo que no es que la dieran de lado, o que no tuviera amigos, sino que la maltrataban todos los días. Y por mucho que seamos animales muy evolucionados, no podemos limitarnos a hacer lo que nos salga de los cojones y luego decir que la culpa es del sistema. El sistema no le pegaba a esta niña, sino unos tipos concretos con nombre y apellidos, esos pobrecitos estudiantes tan esforzados de los que hablas, los cuales aparentemente debían estar en una pausa de sus largas horas de estudio, y decidieron entretenerse linchando a una chica inocente. Claro, de lo más normal, yo lo hago todos los días.
Además hablas de que es ella la que provoca la envidia de los demás al destacar, supongo que según tu razonamiento ella debió anularse totalmente como persona para así no despertar la envidia de nadie, ¿no?. Claro, pobrecitos estudiantes trabajadores, ellos allí tan tranquilos y la zorra esa sacando buenas notas y haciéndolos quedar mal, como si no hicieran suficiente copiando de la wikipedia. Inadmisible, intolerable, ¿no? Sin duda la envidia va inserta en el sistema y nosotros como individuos no nos toca nada más que dejarnos llevar por ella, cómo si fueramos títeres; perdone señor juez, yo no le dí la paliza, fue la naturaleza, es que como ella estaba tan poco adaptada y yo ya me había adaptado tanto, pues la naturaleza me usó para restablecer el equilibrio, ¿sabe?.
Te aconsejo que, para seguir profundizando en tu razonamiento, te repases el sistema de unos señores alemanes muy cultos ellos de hace unos 60 años, que para ayudar a la naturaleza a cumplir con su proceso de manera más eficiente, decidieron construir unas instalaciones muy ingeniosas para librarse de todo el que no fuera lo suficientemente fuerte o adaptado. Creo que te ayudarían a sistematizar tus ideas, sobre todo esas de dividir a las personas, así no tendremos que aprender a superar nuestra envidia ni nuestros malos sentimientos, al que nos moleste y nos haga ver nuestra inferioridad, lo separamos y ya está, ahora sólo falta decidir donde ponemos el barracon de los superdotados antes de llevarlos al horno, hay que esconderlos bien para que no nos ofendan a nosotros, que estamos tan ufanos en nuestra adaptación.
Soy tan irónico porque sinceramente no sé si lo haces para provocar o es que de verdad te crees las cosas que has escrito.
Por mucho que nos pese, esa chica es “rarita”:
Raro, ra: adj. Extraordinario, maravilloso, poco frecuente. || Escaso en su clase o especie. || Notable, sobresaliente en su línea. || Extravagante de genio o conducta.
Pero todo esto es de lo más normal. En lo que podríamos denominar como “la lucha por la supervivencia”, tenemos por un lado a un “superdotado” que básicamente, posee unas cualidades, que, con el sistema actual, se puede decir que tiene la vida regalada. Obtendrá unos títulos y unas acreditaciones académicas que le otorgaran un reconocimiento social que, básicamente le han regalado porque apenas tuvo que esforzarse para lograrlo.
Por otro lado tenemos al estudiante medio con una capacidad intelectual mediocre y que desea fuertemente terminar unos estudios, es lo que comúnmente se conoce como el “eterno estudiante” que, aun por encima de no gozar del reconocimiento social mencionado, se le suele considerar como un vago por sus bajas calificaciones académicas, cuando en realidad, es el más luchador y trabajador, y desde mi punto de vista, debería de reconocerse y premiarse su esfuerzo de alguna forma.
Y por último tenemos a la persona que se siente a gusto con su vida su cultura y sus costumbres y no tiene intención alguna por cambiar, y claro, como en esta vida no sabemos si existe o no Dios, cual es el sentido de la vida y a donde nos conduce todo esto, pues tampoco podemos asegurar quien hace lo correcto o no y que estas personas se merezcan o no ganar la “batalla por la supervivencia”.
Si hay un culpable de todo esto es sin lugar a duda el propio sistema. Aunque un sistema, que no deja de evolucionar y mejorar. Por tanto aún nos queda mucho por cambiar.
Las personas raras y diferentes no son ni mejor ni peor, son simplemente diferentes. Es por ello normal que les cueste integrarse y tengan poca popularidad, y si esa diferencia resulta que les otorga una ventaja en el sistema, en la lucha por la supervivencia, es completamente lógico que despierte la envidia en los demás, y esta envidia será la causante del rechazo social. Claramente vemos que el culpable es el sistema, que dice, sin justificación alguna, quien es el correcto y quien el incorrecto aportándole una ventaja competitiva. Un sistema que incluso es contra-natura, porque como Darwin decía, en la naturaleza, no es el más inteligente, sino el más fuerte y mejor adaptado, el que sobrevive ante las adversidades.
Una solución sería que ya a temprana edad se diferenciara a las personas según sus cualidades y aspiraciones, pero tampoco podemos dividir a la sociedad y por supuesto tenemos que dejar a la gente que elija su propio futuro. Poder elegir y tomar el camino deseado es fundamental.
Con lo cual, lo ideal, desde mi punto de vista es que, en primer lugar, debiéramos de admitir de una vez que en esta sociedad, nadie es mejor que nadie y que todos y sobretodo nuestras diferencias son necesarias. Las personas diferentes deberían de recibir un trato diferente pero no mejor ni peor, así tampoco provocaría envidia.
Una sociedad ideal debería de premiar y motivar valores como el esfuerzo, la honradez o el altruismo.