#39 Durante días el olor resultaría insoportable. Cualquier intento por localizar la fuente del hedor sin tirar la casa abajo sería infructuosa. Dejar las ventanas abiertas en invierno sería mala idea, y el maloliente asunto se prolongaría unos cuantos días.
Así que pelar las gambas podría ser un bonito recuerdo cada nochevieja que te haría encarar el año siguiente con más alegría.
#35 Si, broma broma, pero ya me has metido la idea en la cabeza