como amante de las buenas novelas, me interesa mucho más un argumento contundente que otras características de los videojuegos.
Por una parte, creo que no hace falta tener grandes diálogos para contar una historia, por ejemplo Wall-e tiene muchísimo metraje sin diálogos, o “el emisario subespacial” el modo aventura de Super Smash Bros. Brawl. Los creadores tienen a su disposición gran cantidad de recursos, administrarlos con maestría es su objetivo.
Por otra, no hay que desmerecer la importancia de los diálogos. En este caso, me refiero al Prince of Persia y su relación con Elika, diálogos que le debemos a la hija de Terry Pratchett, Rhianna. Es la frescura de los diálogos lo que convierte a la ayudante del príncipe en una verdadera compañera de aventuras.
En fin, a mi me terminan gustando casi todos los juegos que caen en mis manos, pero los que de verdad recuerdo son aquellos que sus historias consiguieron transmitirme algo.
#36 que la Biblia de Lutero unificó el alemán es cierto, al igual que Dante con la Divina Comedia al italiano. Pero creo que lo de las declinaciones son comunes a todas las lenguas indoeuropeas... al menos eso me contó mi profe de historia de la lengua.
Por una parte, creo que no hace falta tener grandes diálogos para contar una historia, por ejemplo Wall-e tiene muchísimo metraje sin diálogos, o “el emisario subespacial” el modo aventura de Super Smash Bros. Brawl. Los creadores tienen a su disposición gran cantidad de recursos, administrarlos con maestría es su objetivo.
Por otra, no hay que desmerecer la importancia de los diálogos. En este caso, me refiero al Prince of Persia y su relación con Elika, diálogos que le debemos a la hija de Terry Pratchett, Rhianna. Es la frescura de los diálogos lo que convierte a la ayudante del príncipe en una verdadera compañera de aventuras.
En fin, a mi me terminan gustando casi todos los juegos que caen en mis manos, pero los que de verdad recuerdo son aquellos que sus historias consiguieron transmitirme algo.