Si se toca a un funcionario, las consecuencias a los trabajadores del sector privado pueden ser catastróficas. Se crearía un efecto contagio, como ha pasado con la bajada de sus sueldos.
Aunque yo también les tenga rabia, hay que decir que no están haciendo nada. Igual a alguno de fuera le han vendido esa banderica del aguilucho, pero por lo de la fuente, el bar, etc... no me parece que estén haciendo nada malo.