Mi padre me ha hecho vivir experiencias que a mi madre no se le habrían ocurrido. Ir al colegio con él era una pasada simplemente por los frenazos en el coche sin que te los esperases. Que te apretaba el cinturón de seguridad cuando frenaba o cualquier cosa? Sí. Pero merecía la pena.
Lo mismo el nadar en el mar hasta la boya, las salidas en bici kilométricas, cruzar arroyos sobre las piedras, los supertiros a puerta que te podían matar pero te descojonabas, las piruetas sobre sus brazos...
Queremos incluir a los hombres en la maternidad sin tener en cuenta sus características. Queremos una sociedad feminista donde no existan hombres con tendencias varoniles.
Ahora todo es sobre protección y no asunción de riesgos de ningún tipo, pero el juego siempre tiene riesgos.
Lo mismo el nadar en el mar hasta la boya, las salidas en bici kilométricas, cruzar arroyos sobre las piedras, los supertiros a puerta que te podían matar pero te descojonabas, las piruetas sobre sus brazos...
Queremos incluir a los hombres en la maternidad sin tener en cuenta sus características. Queremos una sociedad feminista donde no existan hombres con tendencias varoniles.
Ahora todo es sobre protección y no asunción de riesgos de ningún tipo, pero el juego siempre tiene riesgos.