El que haya contratado anuncios en Facebook sabe la burrada de especificidad que se puede conseguir. Mis jefes consiguen colar anuncios a familias de la zona pudientes con niños de entre 7 y 9 años que tal y tal día estén en casa por la tarde. Y con tal y tal intereses específicos en hobbies determinados. Es una burrada. Luego te contacta gente que está buscando exactamente lo que ofertas.
El problema que yo veo aquí es el de siempre, y que ha ocurrido y ocurre en todos los sectores sobre todo en los mas tradicionales: "virgencita, virgencita que me quede como estoy". Esta actitud inmovilista, me pareció válida en los 80 y primeros 90, cuando la tecnología de consumo todavía estaba echando a andar, como quien dice, y no existían garantías para el emergente mercado digital.
Hoy por hoy las cosas han dado un giro de 180º. Cualquier persona con una idea puede sacar adelante un negocio que haga temblar al que lleva 40 años establecido. Cualquier persona con una idea y mucho trabajo, claro. ¿Acaso esto es malo? ¿Acaso cualquiera de los que estamos aquí no buscaría inversión donde fuera para llevar a cabo su idea?
Si estás de acuerdo con las políticas de Uber y Cabify para con sus empleados, adelante; monta tu chiringuito y trata de hacer la vida mas fácil a las personas. Algo que por cierto yo ya estoy haciendo, pero en otro sector.
Vengo a decir, que ni esto es una guerra, ni los malos son tan malos, ni los buenos tan buenos. Lo que es objetivamente indiscutible es que el sector del taxi tuvo la oportunidad de renovarse hacia lo digital hace aproximadamente 10 años, y no quiso hacerlo. Por pereza, por las mafias internas, por lo que sea... el motivo me da igual. La cuestión es que ahora la competencia les come y eso es solo culpa suya: si ves venir el tren y te quedas parado, lo único que puede pasar es que te arrase.
Nos guste o no, el mundo actual es el que es, y por mucho que pataleemos no vamos a conseguir cambiar nada. Hay que adaptarse y seguir evolucionando. Y si no se está de acuerdo con algo, protestar en Twitter, firmar un change.org o salir a la calle a gritar no va a cambiar nada, ni sirve para nada. Si de verdad quieres cambiar las cosas empieza por lo que está a tu alrededor y, poco a poco, podrás ir abarcando mas. Así es como lo llevo haciendo yo muchos años y me va muy bien.
El capitalismo tiene un problema esencial que así solo se parchea. Como ya nadie lee a Marx (o no interesa que se lea), la gente no se entera. Lo voy a intentar sintetizar, y luego lo relaciono con el artículo.
El capitalismo quiere obtener un beneficio siempre creciente. En consecuencia, los capitalistas no solo necesitan ganar dinero, sino usarlo para generar más dinero. Ese dinero usado para obtener más es el capital excedente. Se puede invertir de muchas formas (ampliando mercado, en bolsa, mejorando la maquinaria para abaratar costes... según a qué te dediques). Hay que buscar siempre la rentabilidad, no la utilidad social.
Por otro lado, el capitalismo necesita que la gente consuma. Cuanto más dinero tenga la gente, más comprará.
El problema viene cuando darle más dinero al asalariado (al consumidor) reduce los beneficios empresariales. No es que gane menos el empresario, es que así pierde capital para invertir. No invertir significa no seguir aumentando negocio; no aumentar negocio significa no seguir compitiendo con los rivales. Y eso puede suponer una bajada del beneficio que solo pueda compensarse bajando sueldos. O sea, que hemos vuelto al principio. Primera contradicción: el interés del asalariado y de los dueños han de acabar chocando siempre. No se pueden beneficiar a la vez, salvo que para beneficio de estos se explote a un tercero (nosotros, asalariados, consumiendo productos hechos por asalariados puteados del tercer mundo)
Da lo mismo que esto se aplique a las burbujas financieras. Todo capital excedente que no encuentre salida en bolsa tendrá que aplicarse a algo. Si la bolsa regala millones a la población seguramente aumente el consumo, pero a costa de generar una demanda de productos aún más demencial. Como los productos consumidos se fabrican con materiales físicos), la producción del planeta se multiplicaría, con terribles y no previstas consecuencias sobre la ecología al completo. Segunda contradicción: una producción al alza significa la destrucción del planeta en que vivimos. En el capitalismo supone una crisis encontrarse sin materias primas que pueda explotar.
En ambos casos, y a falta de regulaciones, son los inversores más despiadados (los que más explotan, tanto al planeta como a los seres humanos) los que pueden vender más barato; por lo tanto, son los que más pueden reinvertir y producir. Tercera contradicción: este sistema premia siempre a los más faltos de escrúpulos.
Dar más dinero a la gente no soluciona nada. Aparte de generar inflaciones o más desigualdades entre países, claro. Lo único que haría, aparte de seguir sosteniendo el consumo que se carga el planeta, es abrir otra burbuja para el capitalismo pueda echar la pelota hacia adelante.
Todo esto está en Marx, y explica todas las crisis del capital (una crisis aparece cuando surge una de estas tres contradicciones, o se combinan entre sí). Pero oye, la economía moderna como quien oye llover.
- 'Adolf' de Osamu Tezuka (Planeta DeAgostini)
- 'Operación Muerte' de Shigeru Mizuki (Astiberri)
- 'Infierno' de Yoshihiro Tatsumi (La Cúpula)
- 'La ciudad al atardecer. El país de los cerezos' de Fumiyo Kouno (Glénat)
- 'En este rincón del mundo' de Fumiyo Kouno (Ponent Mon)
No me extraña decenas de miles de personas son abandonadas en mayor o menor grado.
Yendo a la noticia, lo peor no es que se les deje en una protectora de animales sino que se los abandone en cualquier sitio, sobre todo en una carretera porque eso es condenar al animal a una muerte casi segura.