Después de bajar a comprar al supermercado Willys en el centro de la ciudad y de ir a comprar un anorak para el frío que comenzaba a apretar (aunque ese día hacía calor), me fui a la parada de autobús. Como quedaban 10 minutos para que llegase, me senté en la parada y dejé las bolsas en el suelo.
Debido a mi naturaleza despistada, cuando el autobús llegó, me levanté y me metí dejando la bolsa con el anorak en el suelo. Llegué a casa, me metí en internet y como a las 2 o 3 horas me di cuenta de que me faltaba algo.
Dado que el anorak me había costado unos 250€, no tuve más huevos que volver a ver si estaba. Habían pasado 4 horas y cientos de personas habían pasado por la estación, pero el anorak estaba ahí, donde lo había dejado.