Siempre dispuesto a colaborar, el Doctor Duran tiene la formula mágica para resolver todos los problemas de España: los votos de su grupo. Por desgracia el plan siempre se estropea. O bien los socialistas no dejan que el Dr Duran ofrezca sus servicios al bien común, que es el España tradicionalista, o, cuando lo consigue, viene un malvado comunista y se carga su apoyo.
Hombre muy valorado por sus conocidos y amigos, el Doctor Duran ha sabido mantener cohesionado su partido, Unión Democrática de Cataluña, hasta el punto de que todos hablan con una sola voz: la suya, y muestran una sola sonrisa y pasión para colaborar en la gobernación de España: el suyo.
El Doctor Duran es un gran hombre de Estado, siempre dispuesto a ayudar y al servicio del ‘Señor Presidente’ o ‘Su *Majestad, Don Juan Carlos’.
Míster Lleida
Pero cuando el Doctor Duran vuelve a Cataluña y deja de tomar las pastillas que le dan en el Congreso y en la Moncloa, se transforma en alguien totalmente diferente. Mister Lleida es un ‘señorito’ de casa buena que no duda al coger el discurso más rancio y tradicionalista de la derecha catalana regional: ley, orden, Dios, patria y el Rey.
Mr Lleida no tolera que los homosexuales se casen y se empeña, obsesivamente, en enviarlos al psicólogo para que se curen. En consecuencia votó, para vergüenza de los Convergais, en contra del matrimonio homosexual. Eso sí, Mister Lleida se encuentra a gusto y contento ante la perspectiva de que Mariano Rajoy disuelva la ley del matrimonio, y con ella los matrimonios entre homosexuales pecadores. Naturalmente que Mr Lleida cree que los homosexuales se pueden juntar (la inquisición tiene que estar por cuestiones más importantes como la construcción de Mezquitas o la propia inmigración), pero el Matrimonio lo concibió Dios para los señores de apellido catalán y son ellos, y no Dios, quién administra el derecho a este mundo, bastante toleraron ya con el matrimonio civil.
Soy nulo contando multitudes pero se que tardé una hora en poder llegar de Plaza Catalunya a Via Laietana, una vez allí, estaba a rebosar (mide 1 km y 20 m de ancho) hasta el final. Cuando llegué abajo y miré hacia arriba, estaba a rebosar hasta arriba... Y seguía llegando gente. Mucha mucha mucha gente.
Hombre muy valorado por sus conocidos y amigos, el Doctor Duran ha sabido mantener cohesionado su partido, Unión Democrática de Cataluña, hasta el punto de que todos hablan con una sola voz: la suya, y muestran una sola sonrisa y pasión para colaborar en la gobernación de España: el suyo.
El Doctor Duran es un gran hombre de Estado, siempre dispuesto a ayudar y al servicio del ‘Señor Presidente’ o ‘Su *Majestad, Don Juan Carlos’.
Míster Lleida
Pero cuando el Doctor Duran vuelve a Cataluña y deja de tomar las pastillas que le dan en el Congreso y en la Moncloa, se transforma en alguien totalmente diferente. Mister Lleida es un ‘señorito’ de casa buena que no duda al coger el discurso más rancio y tradicionalista de la derecha catalana regional: ley, orden, Dios, patria y el Rey.
Mr Lleida no tolera que los homosexuales se casen y se empeña, obsesivamente, en enviarlos al psicólogo para que se curen. En consecuencia votó, para vergüenza de los Convergais, en contra del matrimonio homosexual. Eso sí, Mister Lleida se encuentra a gusto y contento ante la perspectiva de que Mariano Rajoy disuelva la ley del matrimonio, y con ella los matrimonios entre homosexuales pecadores. Naturalmente que Mr Lleida cree que los homosexuales se pueden juntar (la inquisición tiene que estar por cuestiones más importantes como la construcción de Mezquitas o la propia inmigración), pero el Matrimonio lo concibió Dios para los señores de apellido catalán y son ellos, y no Dios, quién administra el derecho a este mundo, bastante toleraron ya con el matrimonio civil.
Mister Lleida, hombre y trabajador, no soporta la… » ver todo el comentario