#14 Iba a hacer la observación sobre el verbo. Es aberrante. Es un mal uso que contradice el titular. Pero no es porque sea reflexivo, que no lo es, es porque es intransitivo.
#40 Es fácil de entender. El País tiene con casi toda probabilidad más ingresos por su web que series Yonkis. Para hacer ese producto trabajan unas 500 personas. Para series yonkis, media docena. Eso hace que uno sea rentable y otro no.
#35 Me hace gracia cuando leo a los que habláis de El País como si fuese solo un periódico en papel (cuando la mayoría de sus lectores y sus esfuerzos están en Internet, donde es el periódico más leído en castellano según unos rankings y el segundo según otros) y todavía más cuando decís que es esa condición de periódico en papel la que le hace 'ir mal', cuando ahí obtiene entre el 80% y el 90% de los beneficios, mientras que Internet no da ni para pagar las facturas.
#2 Échale un ojo a la cuenta de resultados de El País en los últimos años y después me explicas por qué debería haber desaparecido ya. A lo mejor la empresa que diriges gana más millones, pero es estadísticamente improbable. #10 ¿Qué han dejado de subvencionar exactamente? ¿O hablas por hablar? #12 Los periódicos de derechas tienen absolutamente todos, sin excepción, una situación mucho peor que la de El País, que es el único diario generalista nacional que no ha cerrado un año con pérdidas.
Dicho esto, tiene unos costes que pronto le harán perder dinero y está claro que el cambio de paradigma pone en entredicho su futuro, pero no digáis demasiadas tonterías, por favor.
#75 En serio, es que no es ningún juego contable, es que es así, son dos conceptos distintos: deuda y déficit. El déficit es lo que se genera en un año en el que tus gastos corrientes son superiores a tus ingresos corrientes. Por eso, si vendes Loterías y apuestas del estado, por ejemplo, eso no sirve para paliar déficit, porque no es un ingreso corriente. Y si Gallardón hace una estatua de 80 metros de alto y 400 de largo de sus cejas en mitad de la casa de campo, por muy inútil y absurdo que sea, no es un gasto corriente, por lo tanto se computaría como deuda, no como déficit. Si tienes que pedir prestado para pagar esos gastos corrientes (entre los que están los plazos de las deudas por inversiones), incurres en déficit. Es así de simple.
#70 Sin acritud, creo que tienes un tremendo cacao de conceptos. A lo mejor no es una inversión en un sentido filosófico, pero a efectos contables sí lo es. Y si España pide préstamos para infraestructuras, también lo será y aumentará la deuda. El déficit solo aumentaría en la medida en que cada mes habría que pagar los plazos de esa deuda, que sí son gasto corriente. Pero el pastón que te dejan para la infraestructura (póngase por caso la M-30) nunca puede ser déficit porque de ser así, el año que te la conceden tendrías un déficit del 4.500% y al siguiente nada... Es una cuestión conceptual, no ideológica. A mí la deuda de Madrid me parece una barbaridad.
#15#24 Eso no va así en absoluto. Puedes tener superávit todos los años y una gran deuda.
Ejemplo:
Cobro 2.000 euros al mes y pido una hipoteca de 100.000 euros. Esos 100.000 euros no son déficit, sino deuda. Si al final de cada mes pago mi hipoteca, todos los gastos de comida, ocio, etc. y encima me sobran 200 euros, tengo superávit y una deuda de 100.000 euros. Y así puedo seguir sucesivos años hasta que pague toda la hipoteca, con superávits sucesivos y con deuda).
Juraría que esto llegó a portada hace unos años, pero no la encuentro. Yo, desde luego, ya la había leído, aunque a lo mejor llegué a ella por otros medios y estoy confundido... ¿A nadie más le sonaba?
Aunque he disfrutado muchos minutos de diversión viendo cómo David Bravo humillaba verbalmente a la industria en numerosos debates y creo que llevaba razón en casi todo, como siempre, pienso también que en este debate falló en algunas cosas, aunque supongo que no debe de ser fácil argumentar con semejante histérica enfrente.
El primer error fue meter el 15-M de por medio. Es cierto que el #nolesvotes fue uno de sus gérmenes, no el único, el 15-M se convirtió en algo muchísimo más amplio y creo que la mayoría de quienes han participado de alguna forma en este movimiento tenían a la ley Sinde en un lugar muy, muy bajo entre sus prioridades. A partir de aquí se lió muchísimo la cosa y fue difícil entrar en los argumentos reales porque casi toda la conversación estuvo condicionada por este asunto, que David sacó a colación justo al principio.
El segundo error fue introducir dos argumentos bastante falaces. Cuando uno los tiene de peso, es mejor usar los buenos, y no otros que restan credibilidad. Uno fue el del número de visitantes únicos en la página de no les votes contados como gente que lo apoya. En una página web se puede entrar por muchas vías y por muy diversas razones y contar a cada visitante como un apoyo es claramente falaz. Otro argumento falaz fue el de contar a todos los asistentes a su conferencia en San Sebastián como apoyos a su causa por el simple hecho de no rebatirle, como bien dijo después una contertulia. No hacía falta de cargarse de razones que no son ciertas.