#9 Entiendo tu comentario, pero solo es una bella fantasía.
No debe parecerles a los jóvenes que la precariedad, la pobreza, el subdesarrollo, el capitalismo y la monarquía sean cosas tan horribles, si defienden firme y vehementemente el derecho de hacer nacer a sus propios hijos en todas esas circunstancias o regímenes, a que sus hijos también les agradezcan la pobreza, la precariedad, el subdesarrollo, el capitalismo y la monarquía, en forma de pensiones, tanto como ellos, los jóvenes progenitores, los agradecen a sus padres, en formas de pensiones.
Tan respetable es la persona que no quiere hacer nacer a sus hijos en la pobreza porque está mejor no viendo a sus hijos sufrir la pobreza, como la persona que considera estupendo hacer nacer a sus hijos en la pobreza porque elige considerar que la pobreza es estupenda, o porque quiere pensiones o tiene intereses personales que considere más importantes que el bienestar de sus hijos. Que tú o yo consideremos que la pobreza es horrible para los hijos no quita el derecho a otras personas de considerar lo contrario. Si una persona considera que la pobreza es estupenda y quiere que haya más gente en ella y por eso hace nacer a sus hijos en la pobreza, está en su derecho.
El que es pobre es porque quiere votar capitalismo, monarquía y pobreza, con sus votos y con sus hijos.
Y es que el libro de los gustos está en blanco y la convivencia en una sociedad civilizada debe consistir en que sepamos respetarnos los unos a los otros las costumbres, culturas, preferencias económicas, criterios progenitores y principios éticos de cada cual, aunque puedan ser muy diferentes a los nuestros.
Así que no permitáis que estas noticias aporófobas desvíen vuestra atención y vuestra ética: no renunciéis a pegaros el gustazo de generar otro baby boom para hacer nacer a vuestros hijos en la pobreza o la precariedad. Porque la natalidad y las pensiones lo necesitan, y porque aunque en un primer momento quizá podría pareceros mal hacer nacer a vuestros hijos en la pobreza o en la precariedad, cuando vuestros hijos alcancen la mayoría de edad también se volverán defensores del derecho de hacer nacer a sus hijos en la pobreza o la precariedad, a que estos hijos suyos (vuestros nietos) les agradezcan la pobreza, la precariedad, el subdesarrollo, el capitalismo y la monarquía, en forma de pensiones, tanto como vuestros hijos os los agradecerán a vosotros, en forma de pensiones, y tanto como vosotros los agradecéis a vuestros padres, en la misma forma. Así que no hay ningún problema con que hagáis nacer a vuestros hijos en la pobreza, en la precariedad, en el subdesarrollo, en el capitalismo y en la monarquía, porque vuestros hijos os lo agradecerán, en forma de pensiones.
#1#4 Tranquilos, enseguida viene Eduardo Garzón a explicaros que la inflación no existe, que es un constructo como la deuda pública y la emisión monetaria y que, en cualquier caso, es algo bueno porque crea pleno empleo.
#241 Siempre he pensado que eso era un medio de streamming, lleno de ratkids y personas con sobrepeso, no lo considero social al uso, quizás deba darle otra oportunidad.
#47 Pues fíjate que hay registros históricos sobre la construcción de las pirámides y si que pagaban a los trabajadores, todo el tema de los esclavos construyendo las es un mito.
Por lo visto los Faraones Egipcios eran mejores empresarios hace 5000 años que los empresaurios sevillanos del siglo XXI.
#4 Tal cual. Cuando lo he leído lo primero que me ha venido a la mente es la historia de Kill Bill donde un clan Yakuza mata a los padres de una niña y esta años después se venga seduciendo al jefe del clan, acostándose con el y al final es ella quien se la clava a él...
No debe parecerles a los jóvenes que la precariedad, la pobreza, el subdesarrollo, el capitalismo y la monarquía sean cosas tan horribles, si defienden firme y vehementemente el derecho de hacer nacer a sus propios hijos en todas esas circunstancias o regímenes, a que sus hijos también les agradezcan la pobreza, la precariedad, el subdesarrollo, el capitalismo y la monarquía, en forma de pensiones, tanto como ellos, los jóvenes progenitores, los agradecen a sus padres, en formas de pensiones.
Tan respetable es la persona que no quiere hacer nacer a sus hijos en la pobreza porque está mejor no viendo a sus hijos sufrir la pobreza, como la persona que considera estupendo hacer nacer a sus hijos en la pobreza porque elige considerar que la pobreza es estupenda, o porque quiere pensiones o tiene intereses personales que considere más importantes que el bienestar de sus hijos. Que tú o yo consideremos que la pobreza es horrible para los hijos no quita el derecho a otras personas de considerar lo contrario. Si una persona considera que la pobreza es estupenda y quiere que haya más gente en ella y por eso hace nacer a sus hijos en la pobreza, está en su derecho.
El que es pobre es porque quiere votar capitalismo, monarquía y pobreza, con sus votos y con sus hijos.
Y es que el libro de los gustos está en blanco y la convivencia en una sociedad civilizada debe consistir en que sepamos respetarnos los unos a los otros las costumbres, culturas, preferencias económicas, criterios progenitores y principios éticos de cada cual, aunque puedan ser muy diferentes a los nuestros.
Así que no permitáis que estas noticias aporófobas desvíen vuestra atención y vuestra ética: no renunciéis a pegaros el gustazo de generar otro baby boom para hacer nacer a vuestros hijos en la pobreza o la precariedad. Porque la natalidad y las pensiones lo necesitan, y porque aunque en un primer momento quizá podría pareceros mal hacer nacer a vuestros hijos en la pobreza o en la precariedad, cuando vuestros hijos alcancen la mayoría de edad también se volverán defensores del derecho de hacer nacer a sus hijos en la pobreza o la precariedad, a que estos hijos suyos (vuestros nietos) les agradezcan la pobreza, la precariedad, el subdesarrollo, el capitalismo y la monarquía, en forma de pensiones, tanto como vuestros hijos os los agradecerán a vosotros, en forma de pensiones, y tanto como vosotros los agradecéis a vuestros padres, en la misma forma. Así que no hay ningún problema con que hagáis nacer a vuestros hijos en la pobreza, en la precariedad, en el subdesarrollo, en el capitalismo y en la monarquía, porque vuestros hijos os lo agradecerán, en forma de pensiones.