¿Asco? ¿A quién? Porque a mí no me lo dan. ¿Por qué seguimos los hombres negando nuestro sex appeal? Que no os engañen más: el hombre es sexy. Excepciones hay, claro, pero igual que con las mujeres.
PD: No hablo en concreto de los hombres de este artículo, sino de los hombres en general. Basta ya de ridiculizar el cuerpo masculino.
Se está encumbrando a este hombre como si fuese la panacea de la publicidad y no lo entiendo. No es más que un señor calvo, tampoco hay para tanto. No quisieron seguir trabajando con él y ya está. Buenas noches y buena suerte, señor calvo.
(Eso sí, el anuncio de este año es terrible, una cosa no quita la otra. Nunca había visto tantas carillas de porcelana en un mismo spot.)
Hay gente que en lugar de la boca parece que tengan otro culo, porque sueltan cada cagada...
Y lo digo por este señor y por alguna perla que he leído entre los comentarios. Anda ya y que os la pique un pollo, que yo me voy a la cama con mi marido.
Así es el maravilloso imaginario español, que ha conseguido que las palabras "moderno" y "hipster" engloben mágicamente "todo aquello que hacen los demás y que a mí me da rabia", por tanto, "si YO lo hago, no es hipster".
Ni todos los gays tienen pluma ni todos los heteros son machotes. Todavía hay gente que cree que ser homosexual se identifica con llevar zapatos de punta de Gucci y cosas así...
#137 Creo que toda la base de tu discusión conmigo (y me refiero a discusión como término para describir un intercambio de opiniones) se basa en no entender mi principal comentario.
Te lo explico de nuevo: no creo que no hacer nada sea lo correcto, simplemente hablo de que no se puede predecir tu propio comportamiento en este tipo de acciones hasta que no las vives. En estos casos, ayudar o no no suele ser una decisión, sino un impulso. Llámalo bondad, llámalo heroicidad, llámalo humanidad.
Yo no ayudé a aquel señor. Tampoco lo fotografié ni miré para otro lado. No sé qué más decirte.
#131 Yo no he dicho en ningún caso que la inacción no sea criticable. No he defendido tal cosa en ninguno de mis comentarios, por tanto tu conclusión no la comparto.
Por otra parte, me parece innecesario y morboso tomar una fotografía en un momento así. Y no entiendo en qué manera tomar dicha foto sirve para pensar en los vivos que quedamos.
#75#79#105 No justifico el hecho de que el señor tomase fotografías, para nada. De hecho, lo censuro. En mi comentario simplemente hablo de una experiencia personal que me hizo callar durante mucho tiempo ante comentarios del tipo "¡y la gente no hizo nada por ayudarle!". Me alegra que existan en el mundo personas mejores que yo.
Cuando era pequeño fui de excursión a unas ruinas romanas de visita con el cole. La señora que nos dio la charla mientras nos guiaba nos contó que había gente que, por la noche, saltaba las vallas de seguridad para robar las teselas de los murales para ponerlas en sus casas. Me dieron ganas de llorar.
No es tan simple el asunto. Los que se rasgan las vestiduras exigiendo saber por qué no ayudó a ese hombre deberían preguntarse qué harían ellos mismos en tal situación.
Experiencia real: hace unos años, en el metro de Barcelona (línea amarilla, no recuerdo estación) estaba yo sentado junto a una amiga esperando que llegase el vagón. Quedaban dos minutos. Justo en ese instante, llega al andén un señor, aparentemente borracho, que camina zigzagueando junto a la vía. En uno de esos vaivenes se cae y se golpea la cabeza con algo. Un raíl, supongo. No se levanta.
Mientras tanto, el cronómetro que avisa la llegada del metro sigue bajando. Un minuto y treinta segundos. Mi amiga y yo nos miramos, paralizados por el horror. Ella, mucho más avispada que yo, corre hacia el interfono de seguridad que hay en cada estación y avisa de la línea, la dirección del metro y la parada en que estamos. Explica la situación y suplica que el conductor frene enseguida.
Pero el cronómetro sigue bajando y el hombre continúa ahí tirado. Yo me limito a contemplarlo, muy asustado, pero no hago nada. No puedo. Cuando apenas queda un minuto para la llegada del vagón, varias personas (tres o cuatro) deciden saltar a la vía y sacar al señor, que sigue inconsciente. Al final, unos treinta segundos antes del fin, consiguen rescatar al hombre. El tren, por cierto, no se detuvo.
Yo no me lancé a la vía a ayudar. Me acojoné. Me quedé absolutamente paralizado, no era capaz de pensar con claridad ni hacer nada de nada. Afortunadamente para ese señor, hubo gente con más valor o capacidad de reacción que yo y lo rescataron.
En mi caso, fue el miedo lo que me impidió ayudar. En el caso de otras personas, pudo ser la prudencia. ¿Quién te dice que ese señor no es un loco que te va a agarrar del brazo para que te arrollen junto a él, o que puedes quedar enganchado con cualquier cosa y luego no vas a poder salir? No todos somos héroes. Es más, un héroe nunca lo es de palabra, sino de actos. Sólo en el momento en que tienes que hacer gala de dicha valentía es cuando puedes demostrarlo. Mientras tanto, que nadie diga nada.
(Otra cosa es lo de fotografiarlo. Yo me limito a hablar del hecho de actuar o no)
PD: No hablo en concreto de los hombres de este artículo, sino de los hombres en general. Basta ya de ridiculizar el cuerpo masculino.