OK, francamente (aunque la ignorancia de la ley no nos exime de la pena) no había entendido cómo se hacían los links y yo puse mi blog, porque como viste de todos modos el primer post es sobre el tema... Puedo hacer algo para volver a publicar correctamente?? Disculpas pero soy novato en menear...
La sorpresa la dio Brasil, con su fútbol pusilánime y mezquino, soberbio y pretencioso sin más que humo. Un fiasco. Se durmieron en sus laureles y los traicionó su arrogancia vacía. Cuando tanto menean su melhor do mundo, su presunta superioridad en todo, no hacen más que hacer aflorar su complejo de inferioridad. A esta altura del torneo, cuando la Argentina ha sido injustamente echada con tiros penales, Francia merece ser el Campeón de este Mundial.
La propietaria tiene cierta razón. Su inversión no es para ofrecer servicio gratuito y abierto de Internet a todo el público sino para dar un servicio agregado a su negocio de cafetería y cualquier uso como el del sujeto de la camioneta es un abuso que nadie inteligente puede ignorar que se estaría cometiendo en una situación semejante.
El último refugio de fútbol sin mezquindades está hoy entre Francia y Portugal.
Por otra parte, opino que resolver con penal(ti)es un partido de Mundial de Fútbol, sea la final o sea de cualquier ronda previa, es una lotería que desmerece al buen deporte. Es poco meritorio ganar por tiros, aunque lo hagan los buenos equipos. Cuando los buenos pierden por penales es injusto, si se compara el mal resultado de los penales con el buen desempeño del perdedor en el juego de los 90 minutos, como ha sido el caso de la Argentina. Y también es injusto cuando el ganador por tiros sea el mejor equipo de los 90 minutos, porque si bien éste logra un resultado favorable, no lo hace por las calidades del juego sino por un eficaz puntapié.
La defensa de la vida no admite regulaciones editoriales ni de la libertad de expresión y el aborto es un crimen. Las fotos (así como videos que se han exhibido también en otras oportunidades a público advertido sobre los contenidos, yo estuve entre los espectadores) son aterradoras, impresionantes al extremo, consternan, pasman, angustian. El denunciante no envió las fotos a los medios de comunicación -ni tampoco las hubiera podido publicar por propia voluntad en un medio, salvo que fuera su propietario o editor-, ni buscó hacer propaganda subliminal ante un público inadvertido (como sí ocurre con sitios web y publicidades sobre el sexo infantil o de lolitas, que son en verdad insinuaciones) sino que se lo remitió a los presuntos autores o virtuales cómplices corporativos del crimen. Un actitud valiente y que supera la mediocridad moral y ética dominante.
#3 RicardoA 