#4 No sé si eres capaz de verlo pero mantener una actitud agresiva que genere mal ambiente entre las dos partes es una estrategia comprensible para la parte que quiere separarse, pero no lo es en absoluto para la parte que quiere mantener unión y convivencia.
Los separatistas pueden generar desprecio, los unionistas deberían intentar generar aprecio.
He estado mirando el catálogo y no están nada mal. Aunque echo en falta más variedad, que parece que todos los prototipos vienen de la misma cadena de montaje:
El problema es que las empresas no compiten entre ellas para captar trabajadores. Hay muy pocas empresas y por tanto muy poca competencia porque en el sistema de España sólo hay dos clases de empresas:
- Las grandes, que pueden permitirse un departamento legal para lidiar con toda la burocracia y otro de contabilidad para pagar menos impuestos. (Y que suelen ser amigos del gobierno)
- Las pequeñas, que están con el agua al cuello y que no pueden permitirse contratar a nadie.
Las empresas no compiten entre sí, compiten con el gobierno (o lo compran). Con respecto a los trabajadores, nadan en la abundancia, tienen más de los que pueden coger, porque tampoco hay consumo, ni dentro, ni fuera, sin consumo no hay producción y sin producción no hacen falta trabajadores.
El esfuerzo que hacen las empresas está en captar pasta sin producir nada. Al contribuyente, a los trabajadores, a Google... ahí están la Iglesia, SGAE, AEDE, autopistas, hospitales de constructoras, etc. Ése es el modelo que triunfa en España, y mientras sea ése, no habrá consumo, ni interno ni externo, y por tanto seguirá sobrando la gente.