Mi padre y mi madre me quisieron. Despés mi madre me echó de casa. Después me criaron hasta que marché de casa.
En menéame desde enero de 2014
menéame
Cuando se enfadan las escopetas
Que no son hombres ni son balas
Ni son hombres balas, pero balan
Repetidamente balan.
Con retraso balan, porque solo temen vaciarse,
y cuando se vacían ya no sostienen nada.