Más completo aún en El País (se puede leer con el modo lectura). Tiene tela el asunto:
“Había cartelería de la obra sobre el terreno durante meses, lo que le da aún más verosimilitud”. En obras de Almería, los carteles incluyen el nombre de arquitectos –también hay al menos cinco a los que Grupo 21 encargó trabajo y nunca lo pagó, informan los afectados– y todo tipo de datos que refuerzan esa verosimilitud. En Almuñécar, al hacerse público el caso, todas las señales de Grupo 21 han desaparecido.
Una vez asumido que a la pareja propietaria de Grupo 21 –que ha cerrado todas sus oficinas y suprimido decenas de anuncios de sus promociones en la web Idealista– será difícil hacerle devolver el dinero, el objetivo principal de los abogados son los bancos. Cada promoción de viviendas debe tener lo que se llama una cuenta especial, en la que los reservistas harán sus ingresos, explica Parente. Además, añade, todas esas cantidades “debían estar protegidas por un certificado individual de seguro que cubriera el 100% de los ingresos o avaladas oportunamente por el promotor”.
Y, en este caso según la abogada, los primeros indicios no apuntan a ese control: “Los bancos no exigieron que se contrataran estas garantías, motivo por el que deben responder frente a los compradores y devolverles las cantidades que entregaron a la promotora incrementadas con intereses”. Ahí se centra la disputa judicial para los próximos meses y años elpais.com/espana/andalucia/2023-12-27/una-presunta-estafa-inmobiliari
Porque los actores de ahora parece que hablan con un pañuelo dentro de la boca.
Eso al margen de los acentos cerraos que les aporta la tierra de la que provienen que les viene de serie y el personaje a interpretar que le aporta el plus de bocallenagachas que les falta.
“Había cartelería de la obra sobre el terreno durante meses, lo que le da aún más verosimilitud”. En obras de Almería, los carteles incluyen el nombre de arquitectos –también hay al menos cinco a los que Grupo 21 encargó trabajo y nunca lo pagó, informan los afectados– y todo tipo de datos que refuerzan esa verosimilitud. En Almuñécar, al hacerse público el caso, todas las señales de Grupo 21 han desaparecido.
Una vez asumido que a la pareja propietaria de Grupo 21 –que ha cerrado todas sus oficinas y suprimido decenas de anuncios de sus promociones en la web Idealista– será difícil hacerle devolver el dinero, el objetivo principal de los abogados son los bancos. Cada promoción de viviendas debe tener lo que se llama una cuenta especial, en la que los reservistas harán sus ingresos, explica Parente. Además, añade, todas esas cantidades “debían estar protegidas por un certificado individual de seguro que cubriera el 100% de los ingresos o avaladas oportunamente por el promotor”.
Y, en este caso según la abogada, los primeros indicios no apuntan a ese control: “Los bancos no exigieron que se contrataran estas garantías, motivo por el que deben responder frente a los compradores y devolverles las cantidades que entregaron a la promotora incrementadas con intereses”. Ahí se centra la disputa judicial para los próximos meses y años
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