De este tio hay muchas historias que no se saben muy bien si son verdad o mentira, como que estaba en un manicomio en Zaragoza y le dejaban salir a dar los conciertos. Y hay otra que se la he oido a mucha gente de Zaragoza que dice que habia un concierto suyo que las entradas valian cinco duros, y el tio se plantó, tocó una canción y se fué, cuando todo el mundo empezó a gritar y a silbar dijo: Hombre, es que por cinco duros que queriais.