Lo más sangrante del asunto es la normalidad que le da el coordinador del doctorado, que prefiere tener umpa-loompas conocidos a brillantes desconocidos y no se pone ni colorado en admitirlo:
El coordinador del Doctorado en Ciencias de la Salud, José Antonio Vega Álvarez, accedió a hablar con ATLÁNTICA XXII. No considera que la carta de motivación sea ninguna trampa: “Llama la atención porque pesa mucho, pero es normal. Es un criterio muy anglosajón que se utiliza en Universidades grandísimas. Para hacer un doctorado en Harvard nadie te va pedir las calificaciones que tienes, sino quién te avala. Personalmente le daría más valor incluso a la carta”.
Para Vega un doctorado no se sustenta solo en el expediente académico. “Esto no es una calificación y el que más nota tenga entra, hay que ver más cosas. De poco me vale que me mandes a una persona que tiene matrícula de honor en todo, pero por ejemplo no va cumplir a rajatabla con el horario del laboratorio o va a faltar algún fin de semana”
#11 onde fueres, haz lo que en Mieres