Yo fui muchos años donante, pero un día le mandé varios email a la cruz roja preguntando si mi sangre también iba a los hospitales privados, todavía hoy estoy esperando respuesta. A mi no me importa donarla, pero si voy a un hospital privado seguro que después aparece en la factura y no estoy dispuesto a que trafiquen con mi sangre.
Pues yo no volveré a entrar en un bar donde tengan tragaperras.