Respaldaré cualquier iniciativa que promueva la concesión del Premio Princesa de Asturias a Eugenio Monesma y sus colaboradores. Su tarea de tantos años debe ser reconocida por todos.
Desconozco la ideología de Eugenio Monesma, pero este hombre ha hecho más por la cultura y la vertebración de este país que todos los "defensores de la patria" que nos invaden últimamente. Gente como él sí que merecen el premio Princesa de Asturias por una labor maravillosa a lo largo de tantos años.
#10 Coincido en que ese salario no es demasiado alto para la responsabilidad que se asume. Eso sí, el sueldo de un abogado del estado no se acerca a esa cifra ni por asomo. La cosa anda de 50.000 a 60.000, aunque el prestigio del puesto hace que puedan pasarse al sector privado ganando bastante más.
El bueno de Leguina tiene que seguir soltando frasecitas ingeniosas para que le sigan llevando a las cadenas de Jiménez Losantos a presentar sus libros y para que Esperanza Aguirre le siga haciendo homenajes. Él mismo ha expresado en repetidas ocasiones su rencor, que viene desde que perdió el congreso en el que Zapatero consiguió la secretaría general del PSOE. A mí me parece un personaje patético.
¡A portada!. No sólo el País Vasco sino toda España le debemos habernos enseñado técnicas actuales para hacer los platos de toda la vida con atención a la higiene, al bolsillo y al disfrute por cocinar. Gracias, Karlos. Aunque no tengas el premio Príncipe de Asturias te lo mereces por haber influido más que nadie en divulgar la cultura gastronómica.
No recuerdo en todos estos años de democracia, que por edad ¡ay! he conocido, una iniciativa legislativa más limpia, participativa y democrática que esta de la prohibición de las corridas de toros en Cataluña. Igual, puede, pero más no.
1. Iniciativa popular, con recogida de las firmas preceptivas
2. Debate en el Parlament, con presencia de todos los sectores implicados, a favor y en contra
3. Libertad de voto para los diputados de los partidos mayoritarios
¿Dónde está el problema?. Por lo que se ve, el problema no está en Cataluña.
Sin entrar en el fondo de la cuestión, ¿pueden fallecer los animales, o ese verbo se utiliza exclusivamente para las personas?. Cada vez que alguien utiliza esa expresión sobre un animal me rechina algo. El diccionario de la RAE no especifica nada. ¿Alguien puede ayudar?
Y sobre el asunto central, si un parlamento democrático toma una decisión democrática no sé a qué viene tanto revuelo. Ha habido debate previo, hay libertad de voto para muchos diputados y creo que esto es suficiente para dar autoridad a la decisión que tomen al final. En Canarias no hay toros desde hace muchos años (1991) y nadie dijo nada. Yo creo que a la fiesta de los toros se la están cargando los mismos taurinos, que llevan décadas manipulando la fiesta para hacerla más cómoda para los toreros y, por supuesto, más comercial.
Me alegro, me alegro y me alegro. Al final deberían ser condenados no sólo a indemnizar al doctor Montes, sino a rehabilitar su buen nombre. Y algo debería también hacer el gobierno de la Comunidad de Madrid, verdadero autor intelectual de este atentado.
¿Y porqué no llevan al Constitucional a Canarias, donde las corridas de toros llevan prohibidas ya casi veinte años?. Son auténtica gentuza. Dicen que tienen moral, pero sólo tienen religión. Nada más.
Un pequeño detalle: La noticia parte del diario oficial Granma, así que su fiabilidad es la que es. Me recuerda a cuando en la época franquista se inventaban en España todas las semanas cosas como el motor de agua o el vino en polvo.
También digo que me alegraría muchísimo de que fuera cierta, porque demostraría al mundo que si a los cubanos les sobra algo es talento.
¡Cuánta historia!. Lo que tenemos que hacer es expulsarlos democráticamente del gobierno de la Comunidad votando a otros. Es la misma prepotencia que demostraba Aznar durante el periodo de su mayoría absoluta. ¿Y cómo terminó?, pues con unas elecciones. Así que ya sabéis: Todos a votar. Que las elecciones se pierden por los exquisitos que se la cogen con papel de fumar y no votan por no impregnarse del olor a contradicción que emana de todo partido político. Así perduran los déspotas.