#1 es vergonzoso que se enriquezcan con un bien básico, me da igual el barrio que sea.
Lo que no es justo es el clasismo y la avaricia que hay alrededor de los alquileres.
No podemos enviar a las personas a 100 kilómetros de su trabajo: no se pueden soportar el alquiler, la gasolina, el coche y los gastos que se genera.
el problema que tiene Esppaña, es que el grupo empresarial se ha quedado con una mentalidad económica de la edad media y con un tipo de empresa del siglo XIX y solo les interesa ganar dinero y comprarse cochazos, yates y chaletazos
han encontrado el punto friki de cagarse en todo el mundo y pasar de todo y lo que es peor, la prensa les rie las gracias y aplaude y amplifica
devaluación absoluta de la democracia y del respeto
a ver si aprendemos aquí en vez de enriquecerse con derechos básicos y regalar las viviendas públicas a fondos buitres donde "trabajan" (especulan y se enriquecen sin esfuerzo) hijos de botellas y políticos de tres al cuarto,
tenían muy buenas ideas pero no supieron llevarlas a cabo con otros grupos que los veían como un partido que iba a la raíz del problema y a desmontar una sociedad construida con el bipartidismo e intereses capitalistas durante 40 años.
No tenían apoyos de jueces ni poderosos, ni la mayoría de la prensa como la tenían los otros partidos
y cuando comenzaron con la violencia y las balas, ningún juez defendió el acoso que tuvieron.
es que no había reales condones de oro
el hijo quiere dinerito y la madre está que trina porque no le llega ni un céntimo (o están de acuerdo madre e hijo?)
y el tema al huido, ya le suda los guevos y al hijo también.
el uno estafa al otro, y el otro se deja estafar: el acuerdo está servido: luego, hay alguien que no cumple y el uno se siente estafado por el otro y el otro está en boca de todos y tiene un partido político que quiere ser bisagra.
Tal para cual
debe ser que la gente en el congreso y del psoe, tienen muchos pisos alquilados o amigotes que le "ayudan" con dinero de pisos alquilados: no hay otra razón
Lo que no es justo es el clasismo y la avaricia que hay alrededor de los alquileres.
No podemos enviar a las personas a 100 kilómetros de su trabajo: no se pueden soportar el alquiler, la gasolina, el coche y los gastos que se genera.