He tenido, tengo la suerte de haber transitado mucho por la Sierra de Guara y alrededores. Nunca hemos tenido ningún problema con caballos, alguna vez hemos visto alguno y nunca nos ha parecido que fueran un problema. Son como las vacas, mientras tengan comida y agua que los humanos circulen y nos dejen tranquilos
Como padre de 62 con una hija de 28, trabajadora social, que sabe perfectamente quienes son y a que se dedican los alvise, abascales, mileis, y otros engendros, me da vergüenza ajena que los de mi generación y 10 años más, seamos los culpables de no haber sabido educarlos. Y me, os, incluyo porque en la educación como padres deberíamos incluir a los amigos y conocidos de nuestros hijos