Recuerdo con cariño el primer juego de "Leisure Suit Larry", en cuatro colores (o tres tonos de verde y fondo negro en mi pantalla monocroma). Había que teclear lo que querías hacer (open door, take taxi...), lo que no era muy fácil para un niño no angloparlante y más teniendo en cuenta la temática adulta del juego. Aún así llegué hasta comprar condones en la farmacia (rosas, rugosos y con sabor a menta o algo así, como el encargado proclamaba a los cuatro vientos). Pero no tardé en quedar atascado, algo menos probable con un sistema de "point & click".
Antes había conocido Hobbit en el Spectrum, pero entre el idioma, mi corta edad y el desconocimiento de la mitología tolkeniana apenas lo probé.
#8 Es jodido darte cuenta de que tus sentidos te engañan, las primeras noches (de día no lo notaba con el ruido diario) me levantaba a revisar la nevera o los radiadores, convencido de que el irritante sonido provenía de una fuente externa... pero no eran las tuberías de la casa, eran las mías.
Muy chulo, pero hay algo que me inquieta: en la foto "Tierra (y Luna)" aparece nuestro planeta junto a otros DOS cuerpos celestes. ¿Nos ha salido un nuevo satélite últimamente o qué es lo que no entiendo?
#59 A mí me parece muy bien que haya "profesionales que dedican su vida a mejorar cada día", otra cosa es que al resto del universo nos tenga que apasionar por decreto.
#90 Jaja, debe ser como verse de repente en alguna extraña ceremonia de adoración a Cthulhu, en algún decadente pueblecito costero. Pero bueno es saber que se mantienen las tradiciones
#15 Hace años compartí habitación de hospital con un señor mayor que tenía un tumor cerebral y desvariaba un poco, así que no sé hasta dónde es fiable su testimonio, pero me contó unas historias de lo que les hacían a los "morrois" en el seminario que aún me ponen los pelos de punta.
(morroi=sirviente, los humildes que entraban al seminario no a hacer carrera eclesiástica sino de criados al no tener más posibilidades)
En tiempos me sentí seducido por estas tecnologías modernas como el tubo neumático, e incluso el telex. Pero a la postre en lo único que se puede confiar es en que tu edecán entregue en propia mano al destinatario tu misiva lacrada con tu sello.
#29 Pues precisamente a los eiders (cuyas plumas se usan para hacer edredones) no se les despelleja ni mucho menos, se aprovecha la ausencia de los padres mientras pescan para recoger el plumón de los nidos. Un acto un poco ruín, si quieres, pero los recolectores siempre dejan suficiente para que los polluelos no se congelen, e incluso crían por un tiempo a los más débiles para soltarlos cuando estén listos para vivir en libertad. Saben que sus ingresos del año siguiente dependen de cuántas parejas vuelvan a anidar.
Otro lugar común de la época: "no te preocupes que para cuando te toque ya no habrá". Esa frase de mi abuela me aportaba cierto consuelo... ¡hasta que descubrí que también se la decía a sus hijos en sus tiempos!
Al final "no me tocó" pero por insumiso, aún quedaban varios años de mili obligatoria.
#105 Leída. La he encontrado liosa al final, para enterarme de qué línea temporal seguía, pero bueno, no creo que haya relato de viajes temporales que no sea un poco confuso. Las capacidades únicas de Martina para saltarse las leyes de los viajes temporales que se estipulan en la propia novela no se explican más que porque ¡es tu niña! Que no dudo que para papá y mamá sea el ser más excepcional de la Creación, pero le da un aire de "para familia y amiguetes" que excluye al lector ajeno.
La preponderancia del inglés me temo que es el signo de los tiempos, y no cabía esperar menos de alguien que se identifica como "rayworld". Pink promise!
Odio ponerme de criticón sin crear, pero que sepas que he disfrutado con tu novela, y si te animas a seguir sabe que aquí cuentas con un lector aunque sea a precio menos ventajoso que 0.