#8 El asesinato de José del Castillo fue anterior al de Calvo Sotelo, como también lo fue el de Carlos Faraudo y el de otros tantos de la lista de objetivos de la Unión Militar Española (UME).
Y así podríamos seguir hasta los albores de la civilización en la península.
Nos puede gustar más o menos Lepoldo López, pero si nos atenemos a las reglas de la democracia este hombre es inocente y ha sido condenado injustamente, por lo tanto, es un preso político. Si estamos a favor de los derechos humanos (y las personas que realmente son de izquierdas deberían estar a favor de los derechos humanos) este hombre tendría que estar en la calle. Los derechos humanos son para cualquier persona por igual, sea de izquierdas, derechas, rico, pobre e independientemente de su religión, raza, nacionalidad y edad. El que no esté de acuerdo con esto no se puede considerar a sí mismo una persona de izquierdas. Tenemos por ejemplo a Manuela Carmena (a la que admiro mucho) que con muy buen criterio se ha posicionado a favor de su liberación.
Patentar conceptos elementales no tiene ningún sentido. Las patentes están para proteger un desarrollo elaborado, no estas cosas. Por fin alguien le dice a EEUU que "aquí eso no cuela, majos".
Y así podríamos seguir hasta los albores de la civilización en la península.