#55 Entiendo perfectamente lo que dices, porque no tengo que imaginármelo. Mi hija sufrió bullying hace tres años, tuvo que cambiar de centro y todavía sigue arrastrando las consecuencias. No voy a entrar en detalles. He descubierto que el infierno también tiene sotano. Está claro que el sistema tiene mucho que mejorar pero yo y mis compañeras hacemos lo que podemos.
#7 Buenas. Soy parte del equipo directivo de un instituto público con 400 alumn@s. El acoso escolar es una fiesta a la que los adultos no estamos invitados y es muy dificil de detectar, primero porque normalmente este acoso no se da en horario de clase. Casi siempre suele producirse en horario de patio (cuando las agresiones no son tan visibles), fuera del centro (recorrido del centro a la vivienda) o por redes sociales.
Segundo, porque el agredido lo cuenta cuando ya no puede más y explota (este intervalo puede ser de meses o de años). Es muy importante fijarse en los cambios de hábitos del alumn@. Cambios humor, no quiere ir a clase, no quiere salir con los amigos, se encierra en habitación, esta triste irritable... Y este trabajo es tanto del personal docente como de las familias.
Es cierto que un caso de bullying supone una gran carga de trabajo para los centros educativos, pero debería de ser el trabajo más importante que un equipo directivo debería hacer. Digo esto, porque desde las delegaciones de educación se carga a estos equipos directivos con trabajos administrativos, formaciones y reuniones que tienen muy poco valor práctico y no se pone el bienestar del alumn@ en el centro.
En la mayoría de casos los padres y madres no aceptan que su hijo/a sea un agresor/a ni aunque se lo demuestres y los procesos suelen ser largos y complicados. Por otro lado, cuando alguien sufre bullying, los demás alumnos/as no quieren intervenir o directamente se ponen de parte de los agresores por miedo a ser ellos los agredidos, lo que hace que el agredido se sienta solo y crea que su vida siempre va a ser así, lo que en los casos graves los lleva a autolesionarse y en peor de los casos al suicidio.
Es cierto que algunos centros educativos no quieren oir hablar de bullying pero en general, quiero creer que los tiempos han cambiado y que la gran mayoría se toma estos casos muy en serio. El bullying ha existido y seguirá existiendo y está en manos de las familias y del personal educativo detectarlo lo antes posible y ponerle fin. Te aseguro que en nuestro caso, hacemos todo lo que podemos y más. Somos un instituto pequeño, nos conocemos tod@s, y cada año tenemos nuevos casos de bullying de mayor o menor intensidad, por lo que en centros donde hay el doble o el triple de alumn@s la detección y la intervención tienen que ser mucho más complicadas.
#14 en esa època estudiaba en Barcelona y nos juntamos los colegas en un bar y veíamos las últimas noticias. Les expliqué que no me parecía que fuera ETA y expuse mis argumentos. El que consideraba mi mejor compañero se levanto de la silla y se me encaró con un cabreo muy gordo diciendo que era ETA y punto. Hoy en día me sigue sorprendiendo la reacción que tuvo, ya que era un chaval de lo más majo y jamás le vi levantando la voz. Pasados los días me llamo para disculparse.
Viendo la reacción de este chaval comprendí la fuerza que tenía el "todo es ETA".
#83 yo soy profe y como todos los que conozco tenemos unas ganas tremendas de ir a trabajar. El poder enseñar a chavales a convertirse en adultos y acompañarles en el viaje, es una experiencia increible. Pero educación lo esta haciendo de pena. Y a mi no me apetece que por la negligencia de unos incompetentes que ponen todo su interés en enpresas con un beneficio económico y se olvidan de lo más importante, tenga que contagiarme yo o cualquiera de mis alumnos.
#88 has estudiado en una ikastola? Conoces a personas que han estudiado en distintas ikastolas? Vamos a jugar a generalizar porque te conviene? Eres poseedor de la verdad absuta?