Hacer negocios es una posibilidad de la libertad. ¿Qué tiene de malo? Todos los que aquí critican la globalización y las privatizaciones ignoran que lo que genera pobreza es lo contrario: determinada gente se dedica a divulgar una gran mentira estadística, la de que hay cada vez más pobres en el mundo desde que se está liberalizando el comercio y las economías. Lo cierto es que es al contrario y ya existe consenso entre los economistas acerca de los datos. Lo demás es el típico ruido antisistema en el que se proponen medidas que sólo llevan a peor. Se ha puesto el ejemplo de Argentina: gracias a la congelación de tarifas de energía, una medida para el pueblo y esas cosas, ahora mismo la escasez y la falta de infraestructuras es dramática. Las cosas cuestan lo que cuestan, no se pueden inventar, y para tener energía hay que invertir. Y si el dinero lo pone otro, hay que retribuírselo. Esa es la verdad y no el cuento chino que se nos quiere vender acerca de la maldad de los negocios y la libertad de ejercerlos.
No es exactamente cierto que sea una puta mierda: se hacen demasiados títulos inadecuados o faltos de entidad en su nivel de producción. Después hay unas cuantas cada año - pocas - que son comparables en calidad al cine europeo que no es de públicos mayoritarios. Lo que sucede es que para esto no hace falta una regulación mucho más eficaz y eliminar la acumulación de gente que se aprovecha del sistema, no muchos, pero que no dejan espacio. Las televisiones lo que estaban consiguiendo es concentrar las inversiones en unos pocos títulos muy espectaculares y con capacidad de distribución internacional. Y han intentado quitárselo.
Lo más interesante será descubrir que otros móviles funcionan mejor y los venezolanos lo preferián, que los PC's bolivarianos no tienen repuestos o mantenimiento técnicos, garantías, etc. Esto es sólo una premonición: es lo típico cuando se creen que pueden cambiar el mundo a base de absurdos que ya se han demostrado que no funcionan.