Esta gente vive en su burbuja de perfección, donde sólo tienen que chasquear los dedos para que alguien satisfaga sus deseos. Donde el mayor esfuerzo que hacen, es recogerse la manga para ver la hora. No pueden entender lo que es hacer subsistir a una familia de cuatro personas con el salario mínimo, no saben lo que es aprovechar el cocido haciendo garbanzos fritos y croquetas, y si la leche se pone mala, aprovecharla para requesón, y dejarse los brazos rallando los picos del pan duro para no comprar pan rallado. No saben lo que es remendar ocho veces los vaqueros y ponerles rodilleras para que aguanten más, y comprarlos dos tallas mayores y cogerles dobladillo para que tiren el mayor tiempo posible.
Para ellos, todo es fácil, porque uno de sus antepasados hizo fortuna, o robó más de la cuenta, o dio un pelotazo, o se arrimó al sol que más calentaba... y ellos han heredado. No saben lo duro que es levantarse a las seis de la mañana, o a medianoche, para salir a currar y ganarte los garbanzos. No saben lo que es aguantar a gentuza como ellos exigiendo y ordenando, sin decir ni "buenos días". No saben lo que es chuparse catorce horas detrás del volante de un taxi, y no sacar ni para gasolina, u ocho horas limpiando la mierda que tiran otros y que todavía llegue esa guarra que tiró las cáscaras de naranja por el patio, a decirte que el marco de su puerta no reluce.
A esta gentuza que se permite decir que los pobres somos tales porque no nos esforzamos (y ellos no han hecho más esfuerzo que heredar el imperio de popá), me gustaría verles viviendo, sólo un mes, con el salario mínimo. A ver qué hacían cuando les pidieran seis meses de fianza por un cuchitril compartido, a ver si sabían comer, guisar, planchar y cuidar de sí mismos. Yo sé la respuesta. Pero interesa que la sepan ellos mismos.
Con la excusa de la “seguridad” al final va a controlar hasta cuando haces pis…
Pero claro la red es la bestia negra y tanto los gobiernos como ciertos lobbies están desesperados porque hay un poquito de libertad en ella (no mucho, que al final siempre hay un proveedor de servicios de por medio)
-Pues que coman pasteles.
Esta gente vive en su burbuja de perfección, donde sólo tienen que chasquear los dedos para que alguien satisfaga sus deseos. Donde el mayor esfuerzo que hacen, es recogerse la manga para ver la hora. No pueden entender lo que es hacer subsistir a una familia de cuatro personas con el salario mínimo, no saben lo que es aprovechar el cocido haciendo garbanzos fritos y croquetas, y si la leche se pone mala, aprovecharla para requesón, y dejarse los brazos rallando los picos del pan duro para no comprar pan rallado. No saben lo que es remendar ocho veces los vaqueros y ponerles rodilleras para que aguanten más, y comprarlos dos tallas mayores y cogerles dobladillo para que tiren el mayor tiempo posible.
Para ellos, todo es fácil, porque uno de sus antepasados hizo fortuna, o robó más de la cuenta, o dio un pelotazo, o se arrimó al sol que más calentaba... y ellos han heredado. No saben lo duro que es levantarse a las seis de la mañana, o a medianoche, para salir a currar y ganarte los garbanzos. No saben lo que es aguantar a gentuza como ellos exigiendo y ordenando, sin decir ni "buenos días". No saben lo que es chuparse catorce horas detrás del volante de un taxi, y no sacar ni para gasolina, u ocho horas limpiando la mierda que tiran otros y que todavía llegue esa guarra que tiró las cáscaras de naranja por el patio, a decirte que el marco de su puerta no reluce.
A esta gentuza que se permite decir que los pobres somos tales porque no nos esforzamos (y ellos no han hecho más esfuerzo que heredar el imperio de popá), me gustaría verles viviendo, sólo un mes, con el salario mínimo. A ver qué hacían cuando les pidieran seis meses de fianza por un cuchitril compartido, a ver si sabían comer, guisar, planchar y cuidar de sí mismos. Yo sé la respuesta. Pero interesa que la sepan ellos mismos.